Déjame Salvarte [Jay Halstead x TN]

XIV

___ Lang

Varios meses después de Navidad...

Me desperté como un día cualquiera, al lado de mi futuro marido, me levanté y fui hacia la cocina a preparar el desayuno. Al bajar, me encontré un gran desastre de la noche anterior había doritos por todos lados, yo solamente me reí al recordar lo de anoche, lo recogí y me puse a hacer el desayuno. 

Mientras hacía el desayuno sentí los brazos de Jay abrazar mi cintura, me dejó un beso en el cuello y al darme la vuelta le besé.

-Buenos días amor-me dijo con cara de recién levantado 

-Buenos días futuro marido, el desayuno está casi listo.

-Huele bien, menudo desastre que hicimos ayer-dijo viendo los doritos por todos lados

-Ya ves, toma-le dije dejándole el desayuno en la mesa junto al mío

Al terminar de desayunar, estuvimos ordenando un poco el desastre que había en la casa. Después de ordenar, fuimos a prepararnos para ir a trabajar. Una vez ya preparados cerramos la puerta de casa y me monté en el coche de Jay, ya que él me llevaría al trabajo. Cuando llegué le di un beso y bajé del coche.

-Que te vaya bien, llámame por cualquier cosa-me dijo

-Lo mismo digo, te quiero y ten cuidado por favor-le dije

-Ya verás que no me pasará nada-me dijo guiñando un ojo

Después de despedirme de él, entré a la sala de urgencias; saludé a Maggie y entré a la sala de descanso para dejar mis pertenencias y vi a Will

-¿Qué tal está mi futura cuñada?-me preguntó

-Bastante bien, feliz . ¿Y tú?-le pregunté

-Igual que tu, te tengo que dar una noticia-me dijo

-OS VAIS A CASAR NATALIE Y TU, ¿A QUE SI?-le dije emocionada

-No, por desgracia no. Me ha dejado por un doctor de otro hospital-me dijo un poco triste

-Joder, lo siento mucho Will- le dije dándole un abrazo

-Lo he superado, ahora estoy conociendo a una chica-dijo sonriente 

-Me alegro mucho- le iba a decir algo pero la alarma de urgencias sonó- El trabajo nos llama

-Vamos

Al salir me dirigí a Maggie y le saludé, ya de paso le pregunté sobre los pacientes que entraban. El paciente se trataba de Florent García, un hombre de 54 años con problemas respiratorios. Llegaba de un color azulado por la falta de aire, como si se estuviese ahogando, así que lo metimos en un box y con ayuda del Doctor Cho pudimos hacer que volviese a respirar, pero no por mucho tiempo ya que parecía que había algo que obstruía las vías respiratorias. Entonces, le hicimos una placa, este mostraba unos extraños sacos así que después de muchas pruebas caímos en la conclusión de que era cáncer de pulmones.

Yendo hacia el box me encontré con la mujer del paciente.

-Disculpa, ¿Usted sabe si Florent fumaba?-le pregunté

-Sí, él fumaba. Además que su padre falleció de cáncer de pulmón, también.

-Vale, muchísimas gracias

Al saber esta información se lo comuniqué a Ethan para que estuviese al tanto de la situación. Una vez que él ya lo sabía fuimos hacia el box donde se encontraban Florent junto a su mujer.

-Tenemos los resultados y no son muy buenos-dije observando al señor García ya que se había recuperado bastante bien.

-Le hemos detectado unas bolsas o manchas un tanto extrañas en los pulmones y tras haber echo varias pruebas, hemos confirmado nuestras sospechas. Padece de cáncer de pulmones en un estadio II, lo sentimos mucho- dijo el doctor Cho