Capítulo 25

427 51 23
                                    

—que nadie intervenga. —dice Vector. —esto es entre tu y yo, niño.—

La pelea se detiene, todos expectantes nos miran a ambos con emociones diversas en sus caras.
Este es el momento, el todo por el todo.

Suelto los broches que sostienen mi capa para liberarme de su peso, nesecito ser ligero y rápido no puedo permitir que su peso me retenga.

Antes de hacer algo más, me giro una ultima vez para ver a Quinella y Eugeo. —ya saben que hacer.— murmuro. Ambos me miran pero ninguno responde.
No tengo tiempo para decir o esperar por mas, ni siquiera puedo tomar aliento o prepararme ya que inmediatamente después de decir esas palabras, Vector me ataca.

—¡suficiente!— dice. —pagaras por matar a mi dragón.—

Su espada brillando con la luz de su magia mientras se abalanza sobre mi con fuerza, casi no me da tiempo de bloquearlo. El choque de nuestras armas hace que mi armadura se agriete y el suelo bajo mis pies se hunda. Jamás había peleado con alguien tan fuerte como él.

La noche ha oscurecido el campo de batalla; solo la luz de la luna y las luz que imiten nuestras armas es lo que nos permite ver pero hace que sea mas difícil luchar, en especial para mis ojos humanos, Vector no es humano, apuesto que no tiene el mismo problema ya que me ataca sin ninguna vacilación o duda.

Uno, dos, tres golpes consecutivos de su espada, paro cada uno de ellos lo mejor que puedo, hasta que no solo utiliza su espada para atacarme sino también sus piernas, una de ellas me da una patada tan fuerte que me envía volando un par de metros hasta detenerme deslizándome contra el suelo y antes de que tenga la oportunidad de ponerme de pie él esta sobre mí. Chocamos espadas con fuerza manteniéndonos así por unos momentos. Mis ojos se abren con horror cuando veo que mi espada ha comensado a agrietarse y parte del brillo que emite comienza a perderse. En reflejo, alzo mi palma y envío un fuerte pulso de energía para alejarnos, mi poder mágico lo empuja lejos como si de un golpe se tratara.

Rápidamente me pongo de pie justo cuando Vector viene de nuevo contra mi y una vez mas intercambiamos unos cuantos golpes de espada.
Él es rápido, fuerte y esta muy enojado, su ira no hace mas que darle mas poder

—¿sabes algo Niño? Creí que eras mas fuerte— dice provocándome con éxito. No le contesto, no le doy el gusto de saber que sus palabras me afectan, en lugar de hablar, pateo su rodilla para hacerlo caer logrando solo hacer que se sobresalte y se tambalee un poco, su puño viene a continuación conectando contra mi mandíbula, muerdo mi labio por la repentina acción y termino probando mi propia sangre.
De nuevo, usa su espada y ésta vez cuando chocamos armas el pulso es tan fuerte que mi espada no lo soporta, mis manos tiemblan mientras la sostengo y después, se rompe en mil pedazos. Algo que no debería ser posible, algo que nunca imaginé que podría pasar.

Observo con ojos abiertos y asustados como mi mejor arma se vuelve nada en sólo segundos.

No, no, no, no mi espada, no la espada que me dio mi padre. Un dolor punzante aprieta mi corazón llenándome de odio y rabia. La oscuridad se arremolina invitándome a sacarla, me dice que la deje salir, que se encargara de Vector, que lo hará pagar por todo lo que ha hecho, estoy tentando a escucharla pero no lo hago, la ignoro, aún es muy pronto, además desearía en todo lo posible no tener que recurrir a ella. Le prometí a Asuna que la vería de nuevo y si dejo que mi poder oscuro salga, eso no será posible. Se que ese era mi plan desde el principio pero soy codicioso y quisiera poder estar con mi familia aunque sea un poco mas... Pero ahora eso parece cada vez más imposible.

Un relámpago ilumina el campo mientras el peso de lo que ocurre cae pesadamente sobre mi.

Estoy cansado, empapado por la lluvia y estoy usando magia para poder ver en la oscuridad, lo cual me ha drenando poco a poco, pero tengo que seguir peleando, tengo que levantarme pero mis piernas no responden, estoy clavado en mi lugar aun incapaz de creer que mi espada se haya destruido.

Dark KingWhere stories live. Discover now