Comenzar de Nuevo

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  —¿Cómo sé que no pasará lo mismo que con ella? Ella también sabe su secreto desde hace tiempo— respondí ante lo dicho.
  —Porque son diferentes ustedes dos.
  Eso no respondía a nada, simplemente da una respuesta antes de que te saque de mi casa.
  —No lo sé, aunque pueda leer los pensamientos de otros, no logro descifrar los míos, pero estoy seguro que tú no pasaras lo mismo que Bella. Lo prometo.
  Mientras hablaba, se iba acercando poco a poco hasta quedar a un metro de distancia. Dudé un poco, y retrocedí. Las promesas no eran las respuestas que estaba buscando en ese momento.
  —¿Qué hay de hoy? ¿O el otro día que leíste mis pensamientos por primera vez?
  —Hoy no pude evitarlo, al estar cerca de donde escuchaba tus pensamientos y los de ese perro, tuve que ir a sacarte de ahí— dijo metiendo ambas manos en sus bolsillos, con la mirada llena de seguridad.
  —Pues...gracias, me salvaste de un encuentro más incómodo de lo que ya estaba— baje mi mirada hacia el suelo. Prácticamente estaba evadiendo mis preguntas, lo cual era muy molesto.
  —Trato de mantenerme cerca para protegerte de lo que suceda. Cuando te conocí, siendo sincero, entendí todo claramente.
  Otro enigma, solo hablaba en clave sin aclarar mis dudas. A veces yo quisiera ser la que leyera su mente para por fin entender todo lo que me decía.
  Edward suspiró y levantó su vista decidido. Sonrió levemente como si una idea cruzara por su mente.
  —Comencemos de nuevo ¿quieres?— se aclaró la garganta y extendió su mano como gesto de saludo—. Mi nombre es Edward Cullen, soy un vampiro, mucho gusto.
  Solté una carcajada y sentí un leve rubor en mis mejillas, levanté la mirada para ver sus ojos y le di mi mano en respuesta a su saludo.
  —Soy _________ Stanley, y soy humana, es también un gusto para mí.
 

Los días fueron pasando. Y en efecto, fue borrón y cuenta nueva con Cullen, ya no tenía una actitud tan fría cuando estaba cerca, aunque sea un pequeño saludo hacía.
  De haber creído que algún día tendría como amigos a una familia de vampiros, pensaría que ya me había vuelto loca, pero a decir verdad, era agradable pasar tiempo con los Cullen; incluso llegaba a pasar más tiempo en su casa que en la mía propia.
  Traté de hacer cosas nuevas además, conseguí empleo en la librería del pueblo para hacer algo durante el verano, así que durante las tardes siempre estaba trabajando.
  —Hola, me gustaría llevarme este libro— dijo una señora llegando hasta el mostrador, haciendo que quitara mi atención del libro que me encontraba leyendo.
  —Sí, está bien— dije tomando el libro para colocarlo dentro de una bolsa de papel y entregárselo a la cliente, mientras ella me entregaba el dinero justo y retirarse de la tienda.
  Suspiré y regresé mi atención a mi lectura previa. No había muchos clientes en la librería, como siempre. Así que mejor buscaba algo con que distraerme.
  —Bueno, al menos eso te mantiene entretenida, ¿no?
  Levanté la vista y enfrente mio estaba Edward. Se encontraba utilizando anteojos de sol, aunque estuviera nublado y andaba sonriente.
  —Pues no hay mucho que hacer, apenas y aparecen clientes— me encogí de hombros mientras volteaba a ver si alguien más estaba en la tienda, ya sea un cliente o el gerente apareciendo de la nada.
  —Sólo estamos los dos— claro, por eso mismo estaba vigilando. Ahora era capaz de leer mis pensamientos.
  —Sólo quería asegurarme.
  Edward soltó una leve carcajada. Me confundía su actitud, con sólo el hecho de aparecer por aquí ya era extraño, a menos a que solamente se detuviera a saludar para después buscar algo en la tienda.
  —Alice me pidió que te preguntara algo— dijo repentinamente aclarando su voz y acercándose más al mostrador que nos separaba.
  —¿Qué sucede?
  —Si el sábado no tienes planes, que si quieres acompañarnos a jugar béisbol.
  Lo quedé viendo incrédula. No sabía que eran aficionados al deporte, bueno, no habíamos hablado aún de ese tema ni con Alice ni Rosalie.
  —Solamente tengo que trabajar durante la mañana, así que dile a Alice que si puedo ir— dije haciendo una leve sonrisa y volteando a ver hacia la puerta de la librería: había entrado un cliente.
  —De acuerdo, __________.
  Se incorporó y esbozando una sonrisa también, caminó hacia unas estanterías que se encontraban cerca de la salida de la tienda.

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Hola, siento haber tardado, pero les pude traer un capitulo corto, ya empiezo a escribir el siguiente; estuve muy ocupada y cansada, por lo cual apenas y se me ocurrían ideas para la historia.

Espero les guste y sigan apoyando la historia, si tienen alguna idea que les gustaría ver en los siguientes capítulos, pueden contarla, nos vemos en el siguiente capítulo.

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⏰ Last updated: Jul 11, 2023 ⏰

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La hermana de Jessica (Edward Cullen y tu)Where stories live. Discover now