Karma sabía que algo andaba mal, siempre lo supo, pero sin recuerdos ni un pasado que ella anheleara recordar no podría saber quién era ella en realidad.
Un día despertó en medio de una caja que se movía a toda velocidad a un sitio ignoto, un prad...
Thomas y Newt agarraron un gas bastante pesado con el que rompieron la ventana. Los cuatro observamos la altura en la que estábamos.
—Sobreviviremos. —me encogí de hombros, restándole importancia a la altura. Retrocedimos unos cuántos pasos.
—¿Están seguros? —preguntó Minho nervioso.
—La verdad, no. —respondió Thomas.
—Qué motivador. —murmuró irónico el asiático.
—Sí, nos inspiras. —dijo del mismo modo, Newt.
Lograron abrir la puerta, así que con más prisa nos lanzamos. Gritamos mientras caíamos y me preparé ante el gran golpe que recibiría por el agua. Nadé hacia la superficie y comencé a buscar a mis amigos y novio.
—¡Minho! ¡Newt! —llamaba. Cuando salió a la superficie el primero, me acerqué nadando hacia él —. ¿Estás bien?
—Sí. —jadeó juntando nuestras frentes.
—Ay, qué se repita. —dijo de manera sarcástica Newt.
Los cuatros miramos hacia donde se encontraba Janson. Thomas y yo le enseñamos el dedo del medio para después nadar hacia la orilla.
—¡Ustedes cuatro, no se muevan! —nos apuntaron cuatro guardias.
—Genial. —bufé.
Thomas intentó sacar su pistola lentamente, pero los guardias no le dejaron. Inesperadamente, uno de ellos se volteó y le disparó a los otros tres. Se acercó a nosotros y se quitó la máscara, era Gally.
—¿Gally? —preguntó Minho, asombrado.
—Minho —saludó Gally, observó la ventana rota a metros de altura para después vernos a nosotros —. Sí que están locos.
Ellos avanzaron, menos Minho que seguía en shock tratando de comprender que Gally estaba vivo. Me reí al ver su expresión.
—Después te explico, nene. —dije, él me miró.
—¿Gally? —volvió a preguntar, rodeé los ojos con una sonrisa burlona.
—Ya, camina. —reí, obligandolo a caminar.
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Habíamos pasado los perímetros a la redonda del edificio CRUEL, pero toda la ciudad estaba llena de agentes y de policías buscándonos. Nos ocultamos detrás de unos muros, vigilando que nadie se nos acercara.
Newt comenzó a toser, acaricié su espalda preocupada por las venas negras que se remarcaban por su cuello y brazos.
—Newt, ¿cómo estás? —preguntó Minho, tan preocupado como yo.
—Terrible. Pero es un gusto verte. —contestó débilmente.
Minho se acercó a Gally y a Thomas, mientras yo ayudé a Newt a levantarse, se tropezó por si solo, pero alcancé agarrarle antes que se llegara a caer.
—Karma —miré a Newt, escuchando su respiración entrecortada—. Necesito pedirte un favor.
Eran las palabras que jamás quise oír en estos días por su parte. Mi respiración se encogió y bajé la mirada.
—No lo haré, Newt. Sé qué me pedirlas y me niego a hacerlo. —me negué, Newt agarró mis hombros y me obligó a verlo a los ojos.
—Escuchame, Karma. Sé que no alcanzaré a suministrar el suero y no me quiero convertir en unas de esas cosas. En caso de que lo haga...quiero me mates. —moví mi cabeza de un lado a otro, negandome a su petición.
—No, Newt. Tú estarás bien. Podrás vivir la vida que tanto me contabas en el Área. —dije, aguantando las ganas de sollozar.
—Ambos sabemos que no será así. No quiero pedirte esto, pero me veo en la obligación de hacerlo. Prefiero morir por ti que por este virus —miré sus ojos marrones—...por favor.
—Siempre y cuando me prometas que estaremos juntos en nuestra próxima vida y nos burlaremos de esto. —Newt rió débil.
—¿Sigues creyendo en eso de la reencarnación? —asentí.
—Lo irónico es que te iba a pedir lo mismo en caso de que también me convirtiera. Newt, yo tampoco soy inmune. —Newt rió nuevamente.
—Karma, sabemos que tú nunca morirás. Ya sabes, hierba mala...
—Nunca muere. —dijimos al tiempo.
Newt limpió mis lágrimas para después hundirnos en un abrazo, escuchando los latidos de su corazón débiles, sonido que causó que más lágrimas se escaparan de mis ojos.
