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HACE VARIOS AÑOS ATRÁS.
📍en Italia, Milán.

—¡Mamma! Guarda cosa ho fatto! —apareció una niña de seis años, con una mariposa de origami en sus pequeñas manitos. Se la enseñó a la mujer en espera de un halago que recibió junto a una sonrisa de orgullo.

—Oh corderito, qué hermoso te quedó. —dijo la mujer, en español.

—Lo hice junto con Fabricio. —informó la niña, señalando a su hermano dos años mayor que ella.

—Lo llevaré siempre conmigo. —María lo recibió y lo guardó en su bolsillo.

—¡María! —llegó un hombre regordete y de ojos oscuros, como los de la niña—. ¡Ya llegué!

María besó la mejilla de su hija y se acercó a su espejo, ayudándolo con las compras que había hecho y su maletín de trabajo. El hombre saludó a su hija revolviendo su cabello y con un beso en la frente a su esposa.

—¿Com'era il lavoro, Jeremy? —preguntó María al estadounidense. El cual bufó al no entenderle bien a su esposa, tardó un tiempo en entenderlo.

—Agotador...—fue interrumpido por el timbre de un teléfono.

Los adultos quedaron estáticos reconociendo el tono de llamada. La niña que, anteriormente se encontraba jugando con su mariposa de papel, se quedó confundida por la expresión de sus padres.

Jeremy agarró el celular y contestó la llamada, donde ni siquiera habló y solamente recibió instrucciones. Colgó la llamada serio y miró a su esposa que había comenzado a sollozar.

—Es hora. Hay que entregarla. —comentó Jeremy, agarrando bruscamente a la niña.

—¿Qué sucede? —preguntó la niña asustada por el comportamiento de su padre y los sollozos de su madre —. Mamma...¿Por qué lloras?

—No, Jeremy, no te la lleves, por favor. —rogó la mujer, explotando en llanto.

—¡No lo entiendes, María! —gritó Jeremy, sobresaltando a la mujer y a los niños—. ¡Nada más por ella me permitirán un ascenso en el trabajo y nos mudaremos a la ciudad!

—¡Pero es una niña! —gritó de vuelta María, fue ahí cuando Karma comenzó a sollozar por el miedo. ¿A dónde la llevarían?

—¿Y tú crees que no lo sé? ¡Pero ellos aseguraron nuestro bienestar! —dijo el hombre.

—¿Iremos al lugar donde me llevaste el otro día? —preguntó la niña, con los ojos llorosos. El hombre asintió sonriéndole —. Yo no quiero ir ahí.

Jeremy se agachó a la altura de la niña, aún cuando se le dificultó por su barriga cervecera.

—¿Tú le tienes miedo a esas bestia que lastiman a las personas? —preguntó Jeremy, refiriéndose a los cranks. Karma asintió —. Las personas que te cuidarán ahora en adelante, le aseguraron a mami y a papi un lugar seguro lejos de esas bestias malas.

—¿Y qué hay de Fabricio? ¿También estará bien? —preguntó Karma, absorbiendo sus mocos.

—Sí, por supuesto. —respondió Jeremy, con una expresión de arrogancia.

La niña no respondió, estaba muy confundida y llena de temor. Era solo una niña con una infancia dolente.

EN LA ACTUALIDAD.
📍¿?

—Karma....—una voz con un nudo de desazón me despertó —. Karma...

Una vez más me sacaron de mi laguna de recuerdos amargos, a lo lejos escuchaba unos quejidos de dolor y gritos. Abrí mis ojos y mi vista estaba borrosa.

𝐔𝐍𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐋𝐄, maze runnerWhere stories live. Discover now