Las estaciones

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Con calma, BamBam deshace el nudo de sus prendas y poco a poco la tela se va deslizando hasta que cae al suelo. Luce majestuoso con ese contraste del paraíso al fondo pero que al fin y al cabo no resulta más hermoso que él.

Es como si hubiera sido creado a la perfección, cada cincelada de su bello cuerpo es tan divina al igual que sus proporciones, es delgado pero ha estado ganando peso desde su llegada, JinYoung se encargó de tenerlo con el estómago lleno y el corazón contento. Sus muslos se están rellenando y su estómago blando acentúa lo saludable que está.

Con calma introduce los pies en el agua y avanza deslizándose como lo haría una náyade, tan llamativo, tan seductor. No es hasta que los delgados dedos le acarician las mejillas que JinYoung se da cuenta de que no es otro de sus sueños o momentos de alucinación. Está ahí mismo, con el agua haciendo brillar su piel, es tan suave y agradable que JinYoung cierra los ojos y deja que el calor de sus manos calme su tristeza, le toma las muñecas y permite que sus toques amorosos borren los caminos de sus lágrimas oscuras.

—Volviste.

—Nunca me fui.

BamBam había sido guiado hasta el límite del Hades donde con un simple paso pudo atravesar la división y llegar al mundo de los mortales, sin embargo, no lo hizo. Su psique le ordenaba continuar porque se hallaba indignado y con el corazón herido, pero fue este mismo el que no le permitió dejar el reino de los muertos. En casa BamBam realiza deberes sencillos para cumplir su rol como hijo de la Diosa de la fertilidad, no es gran cosa a su parecer, su madre se ha empeñado en hacerle vivir limitado por temor a que alguien pueda dañarlo, así que no puede usar tanto sus poderes. Se ha relacionado más con humanos y criaturas del bosque que con Dioses, por ello ha contenido su poder. BamBam sabe que podría hacer cosas tan maravillosas como las que hace su madre si tan sólo tuviera el permiso de hacerlo. Ha practicdo a escondidas pero necesita ayuda y además del Dios mensajero -uno de los pocos que conoce- nadie más le ha enseñado algunos trucos que puedan servirle.

Extraña el mundo mortal, pero nunca se había sentido tan libre y tan él mismo como en el Hades. Ahí obtenía todo y hacía de todo porque no tuvo restricciones, es por eso que brillaba como una turmalina al lado de JinYoung. JinYoung le daba la oportunidad de ser él mismo, no le ponía limitaciones. JinYoung lo quería.

Cuando creyó escuchar la voz de YuGyeom salió para saludar, pero las palabras del Dios de los muertos fueron igual que flechas en su corazón. ¿A dónde pertenecía entonces? No podía ir al olimpo por su madre y la Tierra ha sido su casa, pero un Dios tan anhelante como él no puede vivir para siempre entre mortales. El inframundo, a pesar de sus corrientes heladas, oscuridad y monotonía en colores, le otorgó una seguridad y calor más lindos que los que tenía en casa. Fue por ello que le dolió tanto.

Sin embargo, recordar a JinYoung y sus tratos, expresiones, su hipnotizante voz, con tan bonita sonrisa... Hizo que dudara de su decisión. Pensó en su futuro y al percatarse de que su pecho se oprimía al imaginar que jamás podría regresar, BamBam dio la vuelta y volvió a donde él creía debía estar. Con JinYoung.

No lo buscó de inmediato por temor a no ser bien recibido, además, no sabía qué iba a decirle cuando finalmente lo tuviera cara a cara. Esperó pacientemente por él mientras clarificaba sus sentimientos y encontraba las palabras adecuadas, no obstante, JinYoung no aparecía por ninguna parte. Fue a todos los lugares que se le ocurrieron, pero no halló una pista de su paradero. Finalmente decidió preguntar a uno de los sirvientes y este le indicó dónde había sido visto por última vez.

En los campos Elíseos.

Un lugar precioso que se asemejaba a los escenarios naturales en el mundo terrenal, lleno de árboles, pasto, flores y agua tan clara como el cielo mismo. Al ser de noche, se podía apreciar las estrellas y una luna enorme que alumbraba los rincones, siendo el único lugar del Hades donde podría encontrarlos al igual que el sol durante el día. Estuvo esperando la ocasión para poder ir con JinYoung y estaba emocionado de encontrarlo en dicho lugar, sin embargo, su emoción decayó repentinamente cuando lo vio dentro del río. Tan solo, rodeado de sombras y negrura que brotaba de sus ojos, inmerso en una tristeza que lograba hender el corazón de BamBam.

Autumn, Winter [JinBam]Where stories live. Discover now