09 de Junio; [capitulo 11]

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Desperté en la mañana a punto de vomitar las entrañas. Un efecto colateral de las malditas drogas, me siento como si sufriera de bulimia o algún trastorno parecido y las consecuencias son obvias en mi cuerpo, una táctica muy eficaz si buscas perder kilos sin esfuerzo. 

Si estas dispuesto a aguantar no poder retener nada dentro de tu cuerpo, claro.


Mi madre entró corriendo a la habitación mientras yo estaba tirada en el suelo del baño. Se arrodilló junto a mí y me pasó las manos por los hombros y luego recorrió mi espalda. Mi padre se quedó en la puerta sin poder dar un paso más al oír los grotescos y asquerosos ruidos que salían de mí. No lo culpo si yo estuviera en su lugar tampoco querría estar adentro.

Sentía que el estómago se me saldría por la garganta, tosí tantas veces que las venas se me saltaban. Toda mi cara parecía estar hirviendo y la presión en el pecho casi me asfixiaba.

Detesto que mis padres tengan que verlo y detesto no poder sacarlos de ahí en ese momento.

Mi madre me sostenía el cabello con una de sus manos y la otra estaba en mi frente, yo me apoyaba en la orilla de la tapa intentando no desmayarme sobre el excusado. Tal vez estuve ahí unos cinco minutos pero me habían parecido interminables. Mi cuerpo por fin paró de vaciarse pero aún me sentía mareada y mis piernas parecían haberse evaporado, el sudor me corria por el cuello hasta que las orillas de mi camiseta lo absorbían y mis rodillas continuaban rojas por haber estado apoyadas contra la dura cerámica.


Me levanté cuando pude sentirme capaz de hacerlo; mi madre aún me tomaba del brazo, trataba de decirle que estaba bien pero la garganta me ardía demasiado como para decir una palabra. Me lavé la cara y enjuague mi boca para tratar de quitar el repugnante sabor que había quedado y dejé que un poco pasaran de mi boca para aliviar el ardor. Mi padre me acompañó hasta la cama al terminar.

Son mis padres, pero odio esa compasión, odio que me traten de esa forma. Se que ambos se esfuerzan mucho pero no puedo soportar cuando me ven de esa manera; y me hiere cada vez pero prefiero no decírselos por qué se que los lastimaría y que no podría controlarme, y ya tienen suficiente de eso.


No tengo idea de cuánto tiempo estuve dormida. Me quedé recostada viendo hacia el techo con mi antebrazo izquierdo sobre la frente. Sentía que tenía el estómago hueco. Las cortinas estaban cerradas pero la luz lograba escabullirse por las pequeñas aberturas entre cada una y mis ojos las examinaban, observando la sedosidad con la que ondeaban. 

La puerta se abrió de golpe haciendo que apartara la vista. Voltee sin levantarme; Nora entró, cerró la puerta y apoyó la espalda en ella.

—¡Maldición! —pude ver su expresión enfurecida, si hubiésemos estado en una película seguro le habría brotado humo por las orejas— odio que desaparezcas así, ¿en serio es tan COMPLICADO llamar?.

Abrió las cortinas de un movimiento para iluminar la habitación.

—Mi madre te llamo, ¿cierto?. —forcé la voz mientras me sentaba, entrecerrando los ojos hasta que volvieran a acostumbrarse a la claridad.

—Fue la única en contestar —ironizó lanzándome una mirada de disgusto— ¿donde demonios sepultaste tu teléfono esta vez? —ladeó la cabeza buscando algún rastro de mi teléfono, recalcando que no era la primera vez que este desaparecía como por arte de magia.

Y, en efecto, no lo es. Algunas fueron intencionales, como cuando me enteré sobre la "bomba" o cuando estuve todo un fin de semana sin dormir preparándome para poder ver por el telescopio un cometa que estaba por pasar, o cuando simplemente decido olvidarme de su existencia, y otras no tan intencionales como cuando el idiota de Zack (el hijo de la tía Jen y mi fastidioso primo) corrió con el por toda la casa burlándose de los mensajes de Dylan (un ex compañero de clase que, según el, estaba tragadisimo* de mí) y por culpa del forcejeo que hicimos, yo para que me lo devolviera y el para continuar burlándose, lo soltó en el cemento de la acera y la pantalla se hizo añicos 

Tarjetas RayadasWhere stories live. Discover now