Decirlo es fácil, sentirlo no.

183 14 3
                                    

Llegué a mi casa y me dispuse a darme un baño, seguía pensando en mi encuentro con Claire, gracias a dios Arlo estaba ahí...jamás creí que esas palabras saldrían de mi boca, pero bueno, gracias a dios Arlo estuvo ahí y no me quedé tirado en el suelo.

J: (OK yo, hoy es el gran día, la gran hora es dentro de poco, si no te apresuras llegarás tarde y no debes hacer esperar dama)

J: ¿Que calzones debería usar?

J: (Mmm veamos...¿Qué te parece si usamos los de color azúl, igual que sus ojos?)

J: Me parece bien.

J: (Socio, usa desodorante)

J: ¿Quién nos va a estar oliendo?

J: (Hazme caso amigo, hombre precavido vale por dos)

J: No empieces con eso tu también.

J: (Chico que no es por darle la razon a ese cabeza de alcornoque, pero aún así úsalo y ya)

J: Mira te voy a hacer caso porque eres una voz en mi cabeza que no puedo ignorar.

J: (Soy la voz de la razón amigo mío)

J: De la razón ni mis calcetines.

Termine de vestirme y salí de mi casa, durante el camino hacia Wellston me vi con una visita inesperada.

C: Hola John.

J: Hola Claire.

C: ¿Porqué tan elegante Homero?

J: Hoy es mi cita con Serafina muchache.

C: No uses ese maldito lenguaje.

J: Lo siento olvide que no eras inclusive.

C: Hablo enserio.

J: No me amenaces amigue, sabes que no te ves bonite haciendo eso.

Cleire me dio un golpe en el plexo solar y me saco el aire.

J: Cuff.

C: Te lo advertí.

J: Me gustaría...seguir hablando...pero...tengo que correr.

Dije con dificultad por recuperar el aire y empezar a correr en dirección al centro comercial lugar donde esperaba que me estuviera esperando mi dama.

C: SUERTE.

Grito la peliverdeclaro a lo que solo respondí alzando el puño hacia el cielo.

Llegué al centro comercial ya eran las 1540 horas diez horas tarde. Para mí fortuna una pelimagenta iba entrando a dicho lugar mirándome fijamente.

S: Espero no haberte hecho esperar tanto.

J: Acabo de llegar en realidad.

S: Si claro.

J: Enserio, llegué apenas hace cuarenta y ocho segundos.

S: Bueno ¿Qué te parece si comenzamos?

J: No podría estar más de acuerdo.

Le ofrecí mi brazo para entrelazarse y caminar jurnos, a lo que ella accedió y comenzando a avanzar.

S: Entonces ¿A dónde vamos primero?

J: ¿Porqué no vamos primero a comprar ropa? Lo peor siempre debe ir primero.

S: Es cierto, es una lástima que no te guste, porque estaba buscando un nuevo sostén.

J: Lo mejor siempre debe ir primero para poder disfrutarlo y tener recuerdos de ese hermoso momento.

S: No te emociones campeón, solo verás el modelo, no me veras usándo nada.

El camino a tiWhere stories live. Discover now