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𝒗𝒆𝒓𝒗𝒂𝒊𝒏

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—Por cierto es un regalo para ti.— Caroline me entrego una caja de color negro, el listón también negro la enrollaba perfectamente.

—Care, no tenias que hacerlo.— recibí el caja, viéndola.

—Bueno no, pero ya sabes Anne, solo destápalo.— habló rápido.

Al abrirla un collar dorado se encontraba allí, el dije circular completamente liso e igual de dorado a la cadena era el detalle que lo hacia resaltar, cuando lo sostuve en mis manos pude detallar el olor a una flor fresca, era más pesado que uno normal por lo que supuse que el dije tenía algo dentro, Caroline se acerco.

—Es una planta rarísima, me dijeron que es de buena suerte o algo así.— ella dijo contestando mis dudas internas. —Quiero que me prometas que no te lo vas a quitar nunca Anne.

—Te lo prometo.



Me quede en el auto, la ansiedad cada vez me consumía más por lo que decidió quedarme aquí y evitar el conjunto de gente que celebraba antes de iniciar el partido, salí del auto cuando me empezaba a asfixiar.

Respire hondo e intente controlar mi respiración, cuando lo logre le envié un mensaje a Caroline, no iba a estar en el partido. Mire el collar que colgaba de mi cuello, me empezaba a sentir mal por no asistir.

—Pero mira, si es mi animadora favorita.— inhale bruscamente cuando oí esa voz.

—Damon.— le dije.

—Vivianne, me sorprende que estés aquí y no con tus amigas animadoras, creo que ya va a iniciar el partido.— señalo la cancha.

—No estaré ahí.—desvié mi mirada, el frunció el ceño.

—¿Estas bien?— se acercó.

—Si, solo, no me siento dispuesta.— le explique.

—Lo harías increíble, pero oye no te obligo.— levanto sus manos. —Entonces que dices si te invito a pasear por el pueblo.

—No gracias, ¿Qué haces aquí?— le pregunte.

—Me escondo de Caroline, no creo que lo nuestro funcione. Habla más de lo que puedo soportar.—me dijo.— Me volvería loco.

—Okey, Caroline puede que se extienda mucho hablando, pero es mi mejor amiga y no es apropiado o bueno lo que estas diciendo.— me puse a la defensiva.

—Entendido y anotado.— me miro. —Perdón si te incomode, no era mi intención.

—Por favor, Damon.— levante mis cejas. —Si lo es, la mayoría de tus comentarios son en doble sentido.

—Bueno, tengo otras intenciones.— admitió.

—¿A si?, dime cuales.

—Te dejare a la expectativa, entonces ¿Qué dices?, tu y yo, un viaje por carretera a las afueras de Mystic Falls.— él sonríe.

—Lo lamento, pero de nuevo no.— mis labios formaron una línea tensa y doy unos pasos hacia mi auto. Siento su mano deteniéndome y me volteo a verlo.

—Me has rechazado dos veces, son más de las que desearía.— se puso enfrente mío. Ve mi cuello y sonríe. —Es un bonito collar.

Con lentitud sube su mano hasta tomar el dije en sus manos, la cercanía de su mano me hace respirar un poco más rápido. Damon juega con el collar un momento antes de mirarme.

𝑳𝒆𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒉𝒊𝒎 | damon salvatoreWhere stories live. Discover now