El joven asintió, le gustaba mucho la comida que preparaban los padres de Lya, su plato favorito eran los Gyōzas con arroz.
Caín abandono aquel restaurante y emprendió camino hacia la biblioteca para buscar los libros que leería con su amiga.
Entro a aquel lugar, no sin antes saludar a la bibliotecaria, la cual había sido muy amable con él desde que la conocío.
—Hola, Misha—saludo con una sonrisa a la mujer detrás del escritorio.
—Hola, Caín ¿Como has estado?—pregunto mostrandole una sonrisa.
—¡Bien! Solo pasaba por aquí a buscar algunos libros—comentó.
—¿otra vez?—alzó una ceja—Ayer te llevaste cinco ¿ya los Terminaste?
—No. Pero esto es muy importante, necesito esos libros.
—Esta bien, te los daré pero con una condición—apoyo los brazos sobre el escritorio.
—¿Cual?
—Me tienes que decir ¿Por qué te llevas tantos libros?
—¿Para leer?—murmuró confuso.
—Es imposible que te leas cinco libros en un día e incluso ahora te está por llevar seis ¿Qué haces con los libros?
—Pues...
—¿Acaso esa niña que vino la otra vez contigo tiene algo que ver en esto?
—¿Hablas de Lyanna?
—Con que así se llame eh, ¿Es tu novia?
—N-No Cla-Claro que no—tartamudeo sintiendo como sus mejillas ardían.
Misha río al ver a Caín de esa forma, era la primera vez que él traía a alguien a la biblioteca, siempre solía venir solo y le sorprendió verlo entrar con una niña.
—¿Es tu amiga?
—¡Si! Es-es mi amiga—trató de calmarse pero aun así sus mejillas seguían rojas—Iré a llevarle esos libros a ella.
—Claro, ¿Quieres conquistarla?
—¡Misha!
—¡Es broma, Es broma!
Luego de que Misha lo estuviera molestando unos minutos más, por fin le entrego los libros. Se los puso en una mochila que ella tenía guardada, así podía llevarlos más cómodamente.
—Muchas Gracias.
—No hay de que, Caín—le sonrió.
—Debo irme, puede que Lya me este esperando—comenzó a caminar hacia la puerta.
—¡Vuelvela a traer algún día, se ve que es una buena niña!
—Claro lo haré.
—¡Y si quieres conquistarla puedo darte consejos!
—¡Misha, ya deja eso. Lya es mi amiga!
Escuchó la risa de la mujer mientras salía de aquel lugar. Sentía nuevamente sus mejillas arder. Trató de olvidar eso y acomodo mejor la correa de su mochila, mientras comenzaba a caminar.
No sabía muy bien porque pero se sentía algo feliz de saber que pronto sería el cumpleaños de su amiga y que sea muy probable que el este ahí presente.
Nunca tuvo una fiesta de cumpleaños y nunca nadie lo había invitado a una.
Por esa razón se sentía muy emocionado, esta sería su primera vez en una fiesta y nada mejor que la de su amiga.
Haría un gran esfuerzo para mantener a Lyanna ocupada, y así Hana y Ragnar podrían acomodar y esconder bien las cosas en el restaurante.
De pronto una persona choco con su hombro haciéndolo tambalear.
