¿Qué pasaría si los hombres ficticios tan perfectos salieran de las paginas?
Verona, en la ciudad de la tragedia y el amor su tiempo comenzó a correr, solo el destino y la magia decidirán si aquellos amantes se convertirán en su más grande felicida...
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- Esto es tan confuso. - Felix arrojó al suelo todas la imágenes de la mesita que Tessa le había pedido amablemente que recortara una por una para tranquilizar la mente, como un tipo de yoga mental, le explico ella, aunque sin mucho detalle pues al ver la expresión de Felix supo que no tenia la menor idea de que era la yoga.
- No me puedo concentrar, ¿Qué tiene todo esto que ver conmigo? - Continuo él con una mirada inquisitiva y cansada.
- Felix estabas ahí, eres el primo de Romeo, o lo eras, o lo fuiste. Quien sabe que pudo haber pasado, tal vez alguien se enamoró de ti y te escribió un libro y terminé enredada en este embrollo sin entender como. Hay muchas posibilidades, tengamos paciencia.
- Paciencia Tessa, paciencia he tenido toda mi vida como pueblerino, era lo que me repetía cada mañana antes de salir a trabajar incontables horas. Esto - Hizo un ademan con las manos señalando todo el pizarrón con las pruebas de su investigación.- Necesita algo más que solo paciencia. - Terminó Felix sacudiéndose el rubio cabello con desesperada frustración.
- Tal vez fe.- Se aventuró a contestar Tessa.- Fe en las cosas increíbles es lo que necesitamos, suena absurdo pero después de llegar a este punto ya no hay ninguna verdad absoluta a la que podamos aferrarnos con seguridad.
- ¿Qué hay de eso? - El muchacho señaló la cadena con el cristal que se encontraba colgado al corcho con un alfiler.
- Todo empezó cuando toque esa cosa, los viajes entre tu libro y la realidad se desataron el día que esa mujer lo olvidó en el aeropuerto. - Tessa hizo una mueca al recordarlo, no se había detenido a pensar que pista podrían obtener de ahí y de repente se sintió estúpida por olvidarlo.
- No hemos intentado nada con el. - Contesto el rubio recargando su cabeza sobre su mano, hasta que fue consiente de lo que dijo y miro a Tessa con la misma intensidad con la que ella ya lo estaba mirando, ambos con los ojos bien abiertos extendieron la mano al mismo tiempo para tomar el colgante y quitarlo del corcho.
Tessa lo sostuvo entre sus manos, pero nada ocurría, el liquido inerte brillaba sin ningún atisbo de que algo mágico fuera a suceder. Había algo ahí más allá de lo que podían ver, ella podía sentirlo, podía sentir ese líquido dorado como el oro discurriendo entre su cerebro y rebuscando en su cabeza, había algo en el, algo mágico que no podría descubrir sola.
- Debemos ir de nuevo con la bruja.- Soltó Tessa de repente provocando que Felix le lanzara una mirada de iracundo disgusto ante la idea.
Al muchacho no le parecía una propuesta agradable regresar al lugar donde aquella bruja habia provocado a Tessa ese horrible trance que incluso lo hizo estremecerse a él, la manera en la que ella le dijo las palabras que desde entonces le corroían la mente como veneno por que sabia que algo en ellas era verdad, "Corre muchacho, pero nunca olvides en donde podrás encontrarme, por que querrás respuestas cuando su fantasía se caiga a pedazos y seré la única que podrá ofrecértelas."
