Cap 12

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— De donde se conocen ustedes? — pregunté a Lilith.

— Es el taxista que me ayudó ayer cuando salí enojada de casa — respondió.

— Cariño no soy un taxista, soy un empresario famoso así como tú querido Vicenzo — comentó el hombre.

— Yina por qué estás aquí? — pregunté.

— Y como siempre, yo recojo lo que tú desechas, echaste a Yina de tu vida amorosa y profesional, así que yo la recicle — se rió con sarcasmo.

— Me mentiste? Creí que eras un taxista y no me dijiste nada — gruñó mi pelinegra.

— Yo nunca te mentí, simplemente que no supiste ver la realidad y creíste en lo que era más fácil creer — contestó.

— Tus ojos me decían que podía confiar en ti — replicó.

— Mis ojos? Ellos nunca mienten, solo que las personas no saben leer la verdad en ellos — se encogió de hombros.

— Además… por qué tratas a Yina como un objeto? — gritó — respeta por lo menos eh! — se jactó y atravesó la puerta molesta.

La seguí hasta unos de los los asientos al final de la fila.

O.P.V

Odio ver a las personas tratar a otras como objetos, odio que me mientan, y odio que me vean como una niña estúpida. Me senté en la última mesa con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

— Calmate — se sentó Vicenzo a mi lado — Stevens es un idiota — se rió.

— Si pero por qué no me dijo quién era? Y por qué trata a Yina como un objeto? — gruñí.

— Yina es su mejor amiga, solo hace eso para hacerme enojar, tampoco acostumbra a decir quién es! — comentó — no le hagas mucho caso —  sonrió.

— Vale — cambié mi semblante y sonreí — vengo ahora voy al baño — informé.

Me dirigí en busca del baño hasta que lo encontré. Una vez que salí me encontré con dos tipos hablando de Vicenzo.

— Vicenzo Cassano no puede recuperar ese anillo, su secretario estuvo investigando y le dijimos que no se vendería en la subasta de hoy, no me esperaba que aún así asistiera al evento. El señor Stevens tampoco debe tenerlo, tenemos que hacer algo para que el anillo quede en manos del jefe — comentó uno.

Salí a escondidas hasta que llegué a mi asiento.

— Vicenzo, aquí pasa algo — conté al que estaba a mi lado.

— De que hablas? — preguntó.

                      ~FlashBack~

— La señorita Yina tiene mucha influencia sobre el director de este evento, si la engañamos podremos obtener el anillo, este es el plato fuerte del hoy, así que convenceré a Yina de que hable con el director para que haga algo diferente esta vez — susurró uno de los tipos.

— Que tienes en mente? — preguntó el otro

— Que por persona solo se pueda ofrecer dinero tres veces y que el jefe sea el último en ofrecer…

— Por qué espías a dos empelados inútiles? — me atrapó Stevens.

                         ~Fin~

— No pude escuchar nada más, si queires recuperar ese anillo debes mantener la calma y ser el último en ofrecerte — comenté.

— Buenas noches señoras y señores…

Mi Sr Vicenso CassanoWhere stories live. Discover now