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Al día siguiente todo transcurso con normalidad, ¡Si! normalidad ya que para el azabache desde la mañana no había visto a su compañero.
Ayudo en lo que podía en su hogar, limpieza específicamente, Tamako miraba a su hijo mientras que esté arrancaba la hiedra del jardín.

"Listo mamá, termine" dijo el azabache alegremente al ver su trabajo terminado.

Nobita estaba por tomar las grandes bolsas negras para meter la basura y llevarla a los botes de basura pero una mano lo detuvo.

"¿Qué pasa mamá?" Tamako se quedó unos segundos en silencio pensando en hablar con su hijo ahora mismo "No tienes que hacer esto Nobita, papá se encargará de recojer la basura, por que no vas y das una vuelta" al final de cuentas no pudo así que pensó que lo mejor era decirle otra cosa.

Nobita se sorprendió ante ese comentario por parte de su madre bueno tampoco es para que se sorprenda pero son cosas que son nuevas para él.

"D-de acuerdo" le dijo.

El azabache salió enseguida, su madre le dió algo de dinero para que se comprará algo. La verdad el joven de lentes no tenía muchas ganas de andar le gusta mucho estar en su casa... Bueno le gustaba.

Enseguida se detuvo, recordando que en estos días iba a salir un nuevo tomo del manga que actualmente está leyendo.

Algo relacionado con la magia y esas cosas, checo en sus bolsillos y afortunadamente si tenía el dinero suficiente (el dinero que le dió Tamako más un extra que tenía guardado en los bolsillos valla) así que felizmente se dirigía al lugar donde lo compraba.

5 minutos después ya se encontraba dentro del establecimiento, varios chicos también estaban en el lugar, ellos buscaban mangas que hablaran de súper personas o de historias que tengan mucha acción.

Cosa que era de esperarse con chicos de esa edad.

Nobita se escondía de ellos ya que uno o dos de esos que estaban en el montón se burlaban de él ( ya saben que el es débil, malo en los estudios [eso era antes pero de todas formas se burlan] y en algunas cosas que le gustaban) para suerte del azabache no lo vieron.

Nobita tomó el artículo, lo pagó y feliz salió del lugar.

"Debería leerlo ahora o mejor lo leo llegando a casa" dentro de si veía que era lo mejor.

Llegó al lote baldío donde normalmente y solo cuando lo invitaban para molestarlo o burlarse de él por jugar pésimo en el béisbol, el lugar estaba solo así que era un buen momento y un buen lugar para leer tranquilamente.

Nobita se sentó en esos enormes tubos de concreto ya estando cómodo se disponía a darle una buena leída a su historia favorita.

La historia en si trataba de 3 jovencitas que por cuestiones del destino fueron transportadas a otro mundo, dicho mundo era habitado por una especie rara y no solo eso, dicha especie podía usar magia, cada persona de ese extraño mundo podía usar, hacer o crear hechizos y esas cosas.

Faltaban unos cuantos capítulos para que la historia terminará (jejeje pequeño guiño a Amphibia... Bueno más bien a un AU de Amphibia que se me ocurrió hace como dos días y que no sé si debería escribirlo y publicarlo XD).

Al azabache le encantó esta historia, era similar a un anime que vio en televisión ya hace bastante tiempo (para los japoneses cualquier cosa que sea animacion le dicen anime, digo por si hay dudas o se me perdieron y si está si es referencia xD).

El simple echo de que una historia sea inspiración para que una persona realice otra es genial, pensaba el azabache pero dos voces que el conocía a la perfección interrumpieron su tranquilidad.

Gigante y Suneo caminaban de lo más tranquilo después de que el grandote le diera una tremenda paliza a dos chicos de su edad.

Estos se negaron a prestarle su libro (ya saben que Gigante aplica la de: "Lo mío es mío y lo tuyo es mío" él lo creó y lo aplica) pero por mala suerte (yo diría que fue karma) dicho libro no era nada interesante para ellos así que lo tiraron en el mismo lugar donde se encontraban los dos chicos, tirados y adoloridos.

Estaban pasando justamente por el lote baldío cuando Suneo alcanzó a ver cómo algo se escondía detrás de los tubos de concreto cosa que le pareció extraña.

"¿Que sucede?" pregunto Gigante mirando a su compañero, esté se había detenido.

"Creo que ví algo" contestó el de los 3 flecos.

Gigante observó el punto donde Suneo señalo más sin embargo no pareciera verse algo, ambos de acercaron pero en ese momento un gato negro salto y casi caía sobre ellos.

"Eso era lo que viste" dijo el moreno a su amigo que por poco se va para atrás.

"Pues al parecer si" contestó y sin más ambos se alejaron del lugar ya que quedaron de jugar béisbol en otra parte del barrio.

Nobita suspiró aliviado, ese gato le quitó un peso de encima (yo diría que una paliza de encima).

"No es buena idea estar aquí" pensó y a paso veloz se fue rumbo a su casa.

Doraemon: Un nuevo compañero.Where stories live. Discover now