~2~

514 25 12
                                    

El sol comenzaba a asomarse, su luz era reflejada por el mar, mar perteneciente a Japón. Era la hora de levantarse pero como siempre a Nobita se le dificultaba eso, aún que hoy fue la excepción.

El azabache no logro dormir muy bien, además de que cierta parte de su cuello le dolía “Tal vez dormí mal” pensaba levantándose lentamente.

Miró su reloj “07:00 AM” no sabía si ya era el momento de levantarse o quedarse otro rato acostado, sin embargo el fuerte dolor nuevamente lo atacó en esa parte.

“¿Qué me pasa? ¿Por qué tengo ese dolor en el cuello?” sin más que hacer trató rápidamente de levantarse para ir directamente al baño y ver que era lo que lo atormentaba.

Grande fue su sorpresa al ver que justamente en la yugular, había unas extrañas marcas como si fuese una especie de mordida. Eso sorprendió al azabache “Acaso fue un mosquito” pensaba tratando de tocar esas marcas “No… no puede ser eso” (que clase de mosquito te haría eso, piensa Nobita piensa).

Sin embargo no le tomo importancia “Mejor me coloco una bufanda para ocultar eso” se decía mientras que se colocaba un ungüento para ver si se desvanecía.

Rápidamente los cuerpos de sus padres también se levantaban para iniciar esta nueva semana. Así que después del desayuno nuestro amigo se disponía a retirarse al igual que su padre.

Su madre por otra parte se dispuso a limpiar el hogar, ya tenía tiempo de que no subía a checar la habitación de su hijo. “Espero que Nobita tenga su cuarto limpio” se decía al mismo tiempo de que habría la puerta.

“Fue un inicio un tanto raro” Nobita murmuro “Pero creo que le estoy tomando mucha importancia” continúo para seguir caminando. Al llegar a la escuela los niños que estaban aún fuera de la institución al verlo rápidamente entraban corriendo, pensaban que ya era tarde.

“Es molesto que ellos piensen que al ver a alguien llegar temprano significa que ellos van tarde” una voz detrás de Nobita decía esas frases.

“Dekisugi” rápidamente el azabache giraba para verlo.

“Hola Nobita” pauso al notar que traía una bufanda “¿Estás enfermo?” pregunto el estudiante estrella de esa escuela.

“¿Eh?” Nobita no sabía que mentira decirle, Dekisugi era el único que lo trataba bien “Si, bueno es que amanecí con un dolor en la garganta así que pensé que a lo mejor podría ser gripe” (más vale prevenir que lamentar no creen).

Ambos se dirigían a sus aulas, afortunadamente les tocaba en el mismo salón. Nobita desde que recuerda Dekisugi lo a apoyado (bueno cuando él puede). Aun que también estaban sus compañeros Gigante, Suneo y la niña mas bonita ante los ojos de todos Shizuka.

Con la invitación de el día de ayer, Nobita pensaba que tal vez podría ser amigo de alguien (si como no como, olvidó todo lo que le hacían antes de ese día).

No dudo en ir a saludar a Sueno pero este al estar lo suficientemente cerca escucho lo que esté platicaba, haciéndole recordar nuevamente esas burlas y golpes (valla al fin, que bueno que se dio cuenta).

“Si así es ayer fuimos al bosque de los suicidios” con su habitual tono de presumido “A decir verdad queríamos jugarle una broma a Nobita, ya que ese es un miedoso de los pocos que aún quedan en este mundo” dándose cuenta de que su compañero estaba detrás de él.

“Soy un idiota, como pude pensar de que tal vez podía ser amigo de ellos” rápidamente ese pensamiento tan acertado invadía su cabeza después de escuchar eso por parte del contrario, más a un, solo giro para dirigirse y sentarse en su respectivo lugar y esperar a que él profesor llegará para iniciar las clases.

Las horas pasaron como si nada un poco pesado para nuestro amigo ya que las clases lo aburrían pero que podía hacer, lo peor seria de que el maestro le regañara y le dijera que saliera del salón para que se quedará parado (como si estar fuera del salón hace que aprenda).

El timbre finalmente sonó, todos salían a sus hogares rápidamente Nobita tomo sus cosas y se disponía a salir, “Ahora si el profe se pasó con la tarea, no le entiendo muy bien, tengo que pedirle ayuda a alguien” hasta que de repente bajo sus narices había un cascabel un tanto viejo, Nobita rápidamente lo noto y al parecer no lo reconoció así que lo tomaba para guardarlo en su bolsillo y seguir caminando. Ya se encontraba en la puerta de su casa, entró cautelosamente.

“¡NOBITA!” un grito proveniente de su madre lo dejo con los pelos parados “¿Qué son estas notas?” le hablo enseguida mostrándole los exámenes “En cuanto llegue tu padre hablaremos, además ¿Por qué tienes tu ropa sucia en tu habitación?” termino finalmente su regaño.

El azabache levanto la mirada pensando en que posiblemente las mil preguntas le lloverían en cuestión de segundos, sin embargo no fue así ya que su camiseta estaba sucia (claro está) sin embargo no parecía tener ninguna mancha de sangre.

Doraemon: Un nuevo compañero.Kde žijí příběhy. Začni objevovat