El y yo

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Victoria

Estando ya en el aire me limito a pensar en las personas que dejo atrás y en los planes que he de hacer si quiero que todo siga o este bien.

Estoy en paz sintiéndome lejos de los problemas, por eso estar aquí en el aire donde no tengo responsabilidades o títulos a los que apegarme me hace libre.

Aunque antes de cerrar los ojos veo las nubes grises.

"El color de tus ojos" pienso recordando el amor que le tenía, junto con su sonrisa y la posibilidad de que el los tuviera.

"Dame tu mano, estaré a tu lado" juró una vez, y en sus ojos ví verdad.

Pero no lo veo a mi lado... Porque yo lo separe y pague o pagamos el precio.

Pese a que me estremece, respiro profundo el aire que me da libertad.

Pocas personas lo saben pero los aviones y la sensación de estar en el aire me hacen sentir diferente. Me hace creer que el peso en mis hombros se desvanece.

—Gracias, Aki —le digo al piloto, quien es un hombre de confianza mio, ya que trabaja conmigo extraoficialmente fuera de Estrad.

Es de estatura promedio, piel bronceada, mandibula algo puntiaguda con rasgos muy duros, pero lo que mas destaca son sus ojos oscuros que me recuerdan mucho a alguien.

Para las personas o registro de la organización, el, no es más que un simple piloto que hace viajes pequeños (De eso me encargue yo) Pero para mí y mi entorno es una amenaza suficiente y un aliado fuerte que puede dar una ventaja sin precedente en cualquier ámbito.

Como hubiese sido necesario hace años” pienso, pero sacudo mi cabeza saliendo de esos pensamiento.

—A su orden —se limita a decir, sumergiendo la cabina en un silencio agradable, hasta que alguien decide romperlo.

—Sabia que tanta insistencia se debía a algo —asegura el gigante de ojos azules que tengo a mi lado.

Me limito a sonreír.

—¿qué te llevo a esa conclusión, genio? — inquiero con ironia.

El se queda viendo por la ventana un tiempo, hasta voltearse a mi y responder.

—Nunca había visto a alguien tan preocupado o asfixiado por salir de un lugar —resalta sonriendo de medio lado—, ¿que es lo que pasa? ¿La maravillosa Marik no puede con algo? —se burla.

En eso siento toda tranquilidad desvanecerse, cambiando mi sonrisa por una cara de seriedad.

—Aki, ¿puedes ponerte los audífonos? — le indico que son los que tiene a su lado.

Hace un asentimiento.

Cumpliendo mi petición Hombre de pocas palabras.

—Y tu —llamo al ojiazul—. bloquea las señales— ordeno.

El me mira serio hasta hacerlo. No se detiene el aparato GPS, pero si cualquier dispositivo que pueda llegar a grabar la conversación que estamos a punto de tener.

—¿Feliz? —dice tratando de estirarse pero debido a su tamaño y lo pequeño del espacio le es difícil.

—Lo seria, si no estuvieras aquí.

El solo hace una mueca, que parece estar de acuerdo conmigo.

¿Por qué será?

—¿Qué sucede Victoria? —habla directo.

Volteo los ojos.

La pregunta correcta seria ¿Qué no sucede? Asi seria mas fácil resumir las cosas.

Crisis de Estado (+18)Where stories live. Discover now