|Capítulo XVIII - Definitivamente es amor|

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—Hola a ti también, Prince —. Respondió el de tez blanca sonriendo.

—¿Cómo has estado, rizos? —preguntó el de cabello chino—. ¿Te sientes bien después de lo de ayer?

—Me siento perfectamente bien —dijo alegre—, pero no creo que sólo me hayas llamado para preguntarme cómo estoy, ¿verdad?

—¡Ey! Eso es muy ofensivo de tu parte —se quejó riéndose—. Pero tienes razón, no sólo te llamé por eso.

—¿Entonces? —. Le cuestiona Jackson bastante curioso.

—¿Ya pensaste en lo que me dijiste? —. Su tono de voz cambió a uno más serio.

—¿Pensar en qué? —. Insistió el de cabello azabache.

—¿Me quieres por qué te gusto o sólo por qué me deseas? —. Preguntó desesperado por saber la respuesta.

Michael se impactó un poco por sus palabras. ¿En verdad que eso le interesaba a Prince?

—Lo siento, pero necesito saber la respuesta —habla riéndose al notar su propio desespero—. No pude dormir bien anoche por estar pensando en...

—Es amor —. Susurró Michael pegado al teléfono para que Rogers dejara de hablar.

—¿Qué? ¡No te escuché! ¡Dilo de nuevo, por favor! —gritó exasperante por no haber escuchado bien a su amado—. ¡¿Acabas de decir la respuesta, verdad?!

—Shh —. Dice Jackson con tal de silenciarlo un rato para que se tranquilizara.

—Perdón, ya me callo —. Se disculpa Nelson suspirando.

Jackson deja que pasen algunos segundos en silencio hasta que se asegura de que Prince estaba calmado y atento a lo que estaba por decir.

—Te estoy diciendo que me gustas —. Repuso el rizado sonriendo.

El de ojos claros se queda callado por unos segundos más, estaba atónito, la respuesta lo había sorprendido, pero eso lo hacía demasiado feliz. Un tipo de felicidad que lindaba con la locura. ¡Sus sentimientos habían sido correspondidos por quién más amaba!

—Entonces si tú me gustas y yo te gusto a ti... ¿Significa que puedo invitarte a salir? —. Menciona Rogers con una pizca de emoción que se notaba hasta por el teléfono.

—Aparentemente sí —. Contesta Jackson intentando no reírse.

—¿Quieres salir conmigo? —pregunta Nelson entusiasmado—. Tengo una botella de vino aquí en casa, y me gustaría beberla contigo, ¿qué piensas, lindo?

—Me parece una tentadora propuesta —. Opinó el de ojos oscuros con un toque de picardía.

—¿Crees que puedas escaparte de tu casa esta noche? —cuestiona Prince a su amado—. Me siento impaciente por verte.

Michael sonríe al escuchar a su compañero. Se notaba desde luego la gran desesperación que tenía por verlo, de seguro esta noticia lo tenía loco.

Desde que Prince comentó que quería beber vino le pareció que en realidad lo quería a él como su cena.

Desde que Prince comentó que quería beber vino le pareció que en realidad lo quería a él como su cena

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—¿Me estás invitando a cenar o a coger? —. Pregunta el de tez blanca jugando con uno de sus cabellos.

—Rizos, ¿me crees capaz de aprovecharme de ti? —ríe el moreno sintiéndose nervioso—. Es una invitación a cenar, pero si quieres hacer algo más... Lo dejo a tu decisión.

Michael no pudo hacer más que morderse el labio inferior. La caballerosidad de Prince lograba encenderlo de alguna manera. Era tan bueno con él que en cierta forma sentía que le debía algo, y estaba dispuesto a dárselo de vuelta, complacerlo.

—Está bien, veré como me escapo —susurra con complicidad—. ¿Alguna idea para excusa?

De pronto se escucha la puerta abrirse, seguido de pisadas de un tacón femenino. La señora Jackson se dirigió a su hijo.

—Espera, Prince... —. Murmuró Michael para después dejar el teléfono en uno de los muebles.

—¡Michael! —grita su madre entrando a casa enojada—. Se supone que hoy te iban a presentar a una chica, ¡¿por qué no apareciste?!

Jackson estaba confundido. ¿Le iban a presentar a una chica de la religión? ¿Cuándo habían hablado sobre eso?

—¿De qué estás hablando? —. Cuestiona el de tez blanca tratando de mantener la calma.

—Creo que ya tienes la edad suficiente para darte cuenta de que varias chicas de la iglesia han estado detrás de ti —refunfuñó Katherine mirándolo—. Sus padres quieren que salgas con ellas.

El rizado estaba sorprendido, pues no se veía saliendo con alguna chica. De hecho, estaba pensando desde hace tiempo en salir de esa religión, es algo que ha estado considerando últimamente.

—¿Y si no quiero salir con ellas? —. Pregunta Jackson un tanto alterado por los gritos de su madre.

—¡¿Por qué no querrías?! —exclamó ofendida—. ¡¿En verdad me harás quedar mal con las personas en la iglesia?!

Su contestación logró molestar a Michael. Su madre estaba más preocupada por su reputación entre la gente de la iglesia que por otra cosa.

—Esta discusión se acabó —. Murmura Jackson algo decepcionado por el comportamiento de su progenitora.

El de tez blanca se da la vuelta y se dirige hacia su habitación lentamente mientras sólo escucha de fondo como su madre sigue gritándole ofendida, preguntándole cuál era la razón por la que no quería salir con esas chicas tan lindas y además, devotas en su religión.

—¡¿Con quién estabas hablando por el teléfono, eh?! —. Gritó colgando el teléfono en su sitio.
...

Rato luego de su discusión la noche ya había caído. Michael pudo oír desde su cuarto como su padre hablaba con su madre, reprochándole por haber actuado de tal manera con él. Lo más probable es que ellos estuvieran hablando en su habitación.

Después de haberse arreglado debidamente procedió a salir de forma cautelosa de su habitación.

Sus padres no estaban en la sala, así que simplemente dejó la nota que había preparado en la mesa del comedor.

"No se preocupen por mí, estaré en casa de Prince arreglando unos temas del proyecto. Volveré mañana.

– Michael".

Y finalmente salió de casa cerrando la puerta sin hacer ruido, dirigiéndose a la casa de Rogers para su cita.
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Avance del siguiente capítulo...

"Los abrazos de Prince se sienten malditamente bien cuando estoy mal" pensó Jackson sintiéndose reconfortado.

Universidad Homofóbica I PrichaelWhere stories live. Discover now