❝Las preferencias no son motivo para dejar de amar a una persona❞.
Después de haber tenido sexo por error con uno de sus compañeros universitarios en una noche de borrachera, Michael comienza a cuestionarse su verdadera orientación sexual.
¿Cuál es...
—¡Hey, no hemos terminado! —le gritó su padre con enojo haciendo un esfuerzo por alcanzarlo, pero obviamente Jackson era más rápido y logró escaparse de él—. ¡Regresa! ...
—Ah ¡Eres un idiota! —gritó nuevamente Charlotte. Caminó para largarse y golpeó intencionalmente el hombro de Jackson con su codo al irse— ¡Terminamos! —. Finalmente la pelirroja se retiró entre la multitud que habían juntado con su escándalo. ...
—¡Ah, todo es tu culpa! —. Exclamó Michael aún con lágrimas, volteando hacia Rogers para después empujarlo por el pecho con brusquedad. ...
Extendió su mano hacia la perilla... y la giró abriéndola finalmente, dónde miró a sus padres. ______
Michael abrió la puerta entre un empujón ligero de su mano. De nuevo cerró sus ojos con fuerza, y cuando se sintió mentalmente listo los abrió. Prince giró a verle clavando su mirada en él mientras jugaba con las teclas del piano que había cómo decoración en la sala.
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¿Prince? ¿Qué hacía Prince en su casa junto a sus padres?
—¡Ay, hijo! —exclamó su madre abalanzándose hacia su "bebé" para abrazarlo con fuerza—. Lo sentimos.
Su padre también se acercó hacia ellos y se unió al tierno abrazo, Prince sólo se quedaba viendo el acto entre una sonrisa.
—Sí, muchacho, lo sentimos —habló Joseph entre una satisfacción por abrazar a Michael y poner fin al problema de esa mañana—. No sabíamos que las cosas habían sido así.
Jackson se hallaba confundido, pensaba que al llegar a su casa sus padres aún estarían enojados con él, pero ahora vienen a decirle "lo sentimos", que extraño.
El rizado miró a su compañero universitario mientras sus padres le seguían abrazando. Michael le frunció el ceño con confusión y Rogers tan sólo le guiñó un ojo en forma de complicidad.
—En serio lo sentimos, hijo —se disculpó otra vez Joe, se les veía arrepentidos—. Ya no debes de sentirte angustiado por qué tomaste, no pasa nada.
Michael aún seguía muy confundido. ¿Qué es lo que había pasado para que cambiaran de idea?
—Bien, ya que resolvimos el malentendido... —habló Katherine separándose de aquel abrazo—. ¿Qué tal si les sirvo de comer a ti y a tu amigo?
La madre miró a Prince con contentamiento, la verdad es que le parecía sexy y agradable aquel chico amigo y compañero de su hijo en la escuela.
—No hace falta, mamá —respondió Jackson nervioso al ver a Rogers en su casa— Prince ya se iba ¿Verdad, Prince? —. Con sus ojos le ordenaba que se fuera.
—No opines por mí, cariño —contestó el de cabello chino entre una risa— Yo sí tengo hambre —aclaró él mirando a Katherine— Si puede llenarme el plato se lo agradecería mucho, señora.
