— ¡Hazlo más fuerte! —le alza la voz Su-hyeok.

Me suelta la mano y va corriendo hacia Cheong-san tomando el palo, al momento de darle el primer golpe a la zombi Gyeong-su se llevó uno también.

Su-Hyeok clava el palo en el hombro de la zombi, pero no le hizo nada. Se había quedado unos segundos quieta, pero de la nada se empieza a mover haciendo unos extraños ruidos.

Todos, incluyéndome, le gritábamos a Su-Hyeok que siguiera empujando a la zombi para que no entrara al ver como se agarraba nuevamente del marco de la ventana.

Gyeong-su toma el gabinete de la computadora y grita avisándole a los chicos que se quitaran, cuando lo hicieron este le tira el gabinete a la zombi haciendo que se caiga.

Solté un suspiro de alivio tocando mi estómago ya que me empezó a dolor en el momento en el que la zombi apareció. Los chicos se acercaron a la ventana para ver en donde había caído el zombi, por mi parte me acerqué a Nam-ra y agarro su mano.

— ¡Oye! —Nayeon alza la voz haciendo que todos la miremos confundidos—. Tu...

Empieza a tartamudear sin despegar la mirada de Gyeong-su, todos dirigimos la mirada hacia el. Le empezó a salir sangre por la nariz como le había pasado a I-sak. En lo personal no me preocupe tanto, miré como Su-hyeok le había dado un golpe accidental a Gyeong-su con el palo del trapeador. Pero los chicos al ver su nariz se empezaron asustar.

— Gyeong-su, tu nariz sangra —le menciona Cheong-su y el nombrado pasa su mano por la nariz dejando un rastro de sangre en su mano, el solo suelta una risita nerviosa y habla.

— Es que Su-hyeok me golpe por accidente con el trapeador —toma un poco de papel que se encontraba en la mesa y se limpia la sangre.

— No te acerques —Na-yeon se aleja de el asustada—- Te mordieron. Di la verdad.

— Eso es imposible. Su-hyeok fue el que me golpeo allá —señala la ventana.

Na-yeon se aleja nuevamente de Gyeong-su en el momento que dio un paso hacía ella.

— ¿Por qué siempre te metes conmigo? —Le pregunta acercándose a ella.

— Deja de mentir. Te mordieron —Cada paso que Gyeong-su daba, Na-yeon retrocedía aterrada—. A I-Sak también le sangraba la nariz cuando se convirtió. On-Jo. Ha-na, la vieron. Le pasó lo mismo antes de transformarse.

On-Jo y yo nos vimos mutuamente, ninguna de las dos le respondió a Na-yeon solo nos  quedamos calladas mirándonos.

— Gyeong-su —lo nombra la maestra acercándose a él—

— ¿No escucharon bien? ¡No me mordieron! —alza la voz frustrada al ver que nadie le creía—

— Oye. Tu mano. ¿Qué es eso? —Gyeong-su levanta su mano para ver a qué se refería Na-yeon, mira una cortada que se hizo al tirar el gabinete de la computadora— ¿Es una herida?

— No es nada. Fue con la computadora —se acerca a Na-yeon quien se alejó al igual que las otras tres chicas que estaban a su lado algo asustadas— ¿Enserio creen que estoy mintiendo? Me lastime tratando de salvarlos a todos. ¿¡Como pueden dudar de mi!?

Veo como Gyeong-su empieza a retroceder así que me acerco a él tomando su brazo donde estaba su herida y se la examinó asegurándome que no fuera ninguna mordida.

— Es solo un rasguño —volteo a ver a todos enseñando la herida de Gyeong-Si— Si quieren asegurarse se pueden acercar.

Todos los varones se empieza acercar a Gyeong-su tomando su mano para ver el rasguño que Na-yeon le tenía tanto miedo.

— Tiene razón. Es solo un rasguño —lo asegura Su-hyeok volteando a ver a Na-yeon—

— Maestra, revíselo —le pide Cheong-san y la maestra se acerca a Gyeong-su para ver su herida—

— No es una mordida. Es un rasguño. Que bueno —la maestra voltea a ver a las chicas—. Todo esta bien.

— ¿Contenta? —le pregunta Gyeong-su a Na-yeon—. ¡Dime si lo sigues dudando.

Tomo la mano de Gyeong-su tratando de tranquilizarlo para que ya no se alterara más por culpa de Na-yeon, veo que me voltea a ver y le regaló una sonrisa y niego con la cabeza para que no hiciera lo que esté pasando por su cabeza.

— Lo malo es que ya no tenemos computadora —informa Joon-yeong con el teclado en sus manos—

— El internet. ¿Cómo no se te ocurrió lanzar otra cosa? —pregunta Dae-su—

— ¿Y que esperabas que hiciera? Estaba entrando —dice Gyeong-su—

— Y nos salvaste. Lo sé muy bien. Cálmate —Dae-su se acerca a Na-yeon—. Na-yeon, discúlpate y olvidemos todo esto.

Una pequeña risita se me escapó, claramente Na-yeon no se iba a disculpar por todo el escándalo que hizo con la sangre que le había salido a Gyeong-su y por su rasguño.

— ¿Y porqué? —pregunta—

— El fue quien nos salvo. Acepta que te equivocaste y discúlpate de una vez —rechista Dae-Si por la estupida pregunta que había hecho Na-yeon—

— ¿Y por qué debería hacerlo? —pregunta—. Yo lo vi todo. La zombie tomó tu mano. No estoy mintiendo. Bien podría estar infectado.

— Na-yeon, suficiente —llama la atención a Na-yeon—

— Yo vi claramente cuando lo tomo —exclama.

— ¿La zombi lo infectó con tan solo tocarlo? —pregunta Cheong-san—

— No lo sé. Podría ser una posibilidad.

— Yo sostuve a I-sak en la ventana. ¿Por qué no me pasó nada? —entra a la conversación On-Jo—

— Pero el tiene una herida. Es seguro que debe ser diferente si tiene una herida abierta.

— Ay esto es... —Gyeong-su se iba acercar a Na-yeon, pero es detenido por Cheong-su y por Su-hyeok—

— En vez de molestarse, piensen en lo que les acabo de decir.

— ¿Sabes lo que estás haciendo? Odiarlo es una cosa, Na-yeon, pero hacer todo esto es diferente. Puede morir —reclama Cheong-san—

— Siempre a sido así —dice Ji-min—

— Si no fuera por el, todos ya estaríamos muertos —comentó Su-hyeok—

— Y ahora es el quien nos matará a todos.

— Eres tu quien nos va a matar —exclama  Woo-jin llevándose una mirada fulminante de parte de Na-yeon—

La maestra silenció a todos sus alumnos y propuso algo: Gyeong-su se iba a quedar en la sala de grabación por un tiempo y si no se convertía Na-yeon iba a disculparse por sus acusaciones.

En lo personal no estaba de acuerdo con eso, la única que desconfiaba era Na-yeon, ella es quien debería estar encerrada si le da tanto miedo que Gyeong-su se convierta. Pero Gyeong-su aceptó y entró a la sala de grabaciones soltando mi mano, habíamos dicho que se quedara unos 5 minutos adentro, pero el insistió que se iba a quedar una hora completa adentro.

Solo me quedaba mirando a Gyeong-su por la puerta como estaba sentado aburrido solo.

Mal Momento - 𝐿𝑒𝑒 𝑆𝑢-ℎ𝑦𝑒𝑜𝑘Where stories live. Discover now