𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯 𝘩𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 ★

camisas

Iván tiene un problema.

Porque a su amigo Rodrigo le encanta quedarse a dormir en su casa y a la mañana siguiente salir de ella con una camisa diferente.

Con la excusa de que no puede usar la misma dos días, siempre consigue llevar consigo una nueva adquisición del guardarropa del pelinegro, en ocasiones incluso deja su propia camisa, como si fuera un intercambio tácito que no necesita confirmarse con palabras y simplemente sucede.

Esa mañana, Rodri sale sonriente de la ducha con el cabello mojado y una bonita remera adornada con algo que parece el logo de internet explorer; y el pelinegro piensa vagamente que le queda muy bien antes de recordar que es suya.

-"No boludo"- le dice incrédulo y con falsa molestia -"Dejate de joder amigo, otra?"-.

-"Shh Ivancito, te la regreso luego lindo"- le dice antes de acercarse a donde está sentado para entregarle su propia camisa a rayas, con la que llegó ahí el día anterior -"Tomá, me la devolves cuando yo te devuelva esta"-

Iván la toma y la deja encima de sus piernas descuidadamente para continuar con su desayuno, esperando que Rodrigo se siente a un lado para comer cereal junto a él.

En su lugar este da la vuelta en dirección a la heladera para sacar una botella de yogurt.

-"No vas a desayunar?, Ya te vas?"- pregunta Iván con un leve rastro de desilusión en la voz.

-"Esto"- contesta el otro agitando un poco el frasquito -"Y sí amigo, tengo varios compromisos hoy. Un quilombo pero bueno, hay que hacerlos"- complementa antes de agacharse para darle un medio abrazo a Iván, que aún se encuentra sentado, y deja un beso sobre su cabello.

-"Chao, te amo. Ahí te cuido la remera"- le dice dirigiéndose a la puerta.

-"Si, nos vemos, te quiero"- responde el alto antes de que Rodrigo se retire, sintiendo casi inmediatamente la ausencia.

Spreen sonríe cariñosamente una vez que Carre se ha ido, mientras intenta ignorar el calor que se te extiende por su pecho al saber que, una vez más, el castaño va a andar por ahí con una prenda que salió de su clóset; y que al devolverla (si es que lo hace) vendrá impregnada con el olor de su perfume.

Y bueno, quizá el verdadero problema es que a Iván le gusta que Rodrigo se adueñe de sus camisas.