𝘳𝘰𝘥𝘳𝘪𝘷𝘢𝘯 𝘩𝘦𝘢𝘥𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯𝘴 ★

menta y fernet

-"Carre, no pienso hacer nada si estás en pedo... o inconsciente"- susurra el pelinegro, sintiendo la respiración agitada del bajito en su rostro, huele a menta y fernet.

Rodrigo ya está mirando directamente a sus labios, mientras que los ojos de Iván viajan a los suyos. Tienen tanto tiempo deseando estar en esa situación, que simplemente no pueden contenerse más.

-"Contestame"- vuelve a hablar Iván -" Estás saliendo con alguien?"- sus manos hormiguean al sentir a Carrera tan cerca y no poder tocarlo de la manera que él desea.

-"No"- contesta el otro e Iván sube sus manos a la cintura del castaño, acercando sus cuerpos con un pequeño jalón.

-"¿Dónde estás?"- pregunta el pelinegro de nuevo, ladeando un poco la cabeza.

-"En casa de Spreen, en tu pieza"- murmura Rodrigo, sus manos sujetas a los brazos del más alto.

-"... última pregunta"- habla este, su respiración también agitada esta vez mientras arruga un poco la tela de la camisa bajo sus dedos, impaciente por poder sacarla.

-"¿A quién tenés en frente, Rodri?"- pregunta y lo mira a los ojos, sus manos acariciando la cintura del castaño con suavidad.

-"A vos, Iván"- contesta sosteniendo su mirada, antes de inclinar su rostro un poco más, queriendo unir sus labios.

Esto es suficiente para el pelinegro, y elimina la distancia mientras finalmente se permite envolverlo por la cintura, sintiendo a este subir las manos a su nuca y acercarlo por el cuello.

De la garganta de ambos chicos salen pequeños ruiditos como resultado de la urgencia mientras se dirigen hacia la cama sin separar sus bocas.

Iván llega a la orilla y se sienta, guiando al castaño a sentarse en su regazo.

Rodrigo lo sigue y ya encima de él, siente al pelinegro toqueteando la orilla de su remera, como pidiendo permiso para sacarla.

-"Carre, puedo...?"- pregunta a medias y Rodrigo asiente frenéticamente mientras levanta los brazos para que sea más sencillo quitarla.

Una vez libre de ella, Rodrigo une sus labios solo un momento antes de que Iván los separe para quitarse la camisa también.

Lo hace y está a punto de besar nuevamente a Rodrigo cuando alguien abre la puerta.

-"Oye Spreen ya se acabó el..."- es Tomás que asimila la situación en un segundo -"Yo no ví nada boludo, perdón"- se disculpa nerviosamente desviando la mirada y cerrando la puerta.

Ellos se miran, y Rodrigo siente a Iván reír encima de sus labios antes de volver a besarlo, su aliento huele a él, a menta y fernet.