𝟕𝟏

1.9K 158 21
                                    

⬞╭╰agustina╯╮⬞

𝐵𝑢𝑒𝑛𝑜𝑠 𝐴𝑖𝑟𝑒𝑠.

¡Llegamos a Argentina! El viaje fue largo... Pero por lo menos las mellis no hicieron tanto problema, Exequiel y yo llevamos bien el tema.

Entramos a nuestra casa, Lionel estaba re cansado pobrecito, estresado pero mal.

— ¿Me haces dormir a upa mami?. –me hace brazitos.

— si amor, vení. –lo alce, dándole besos por todos los cachetes.

— ¿Paulo te aviso si estaba todo bien?. –me pregunta el changuito, acomodando a nuestras hijas.

— no amor, pero si nosotros lo pasamos a dejar, en un rato más le escribo.

Me siento en el sillón para acomodar a Lionel en mi pecho y hacerlo dormir, cómo costumbre de él, agarrándome la oreja. Me encanta verlo dormidito, primero porque parecía un santo y segundo porque era el calco de su padre.

Voy con él hasta su vieja habitación, lo acosté con mucho cuidado, había quedado mosca.

Caminé hasta la pieza que compartíamos con Exequiel, nuestras hijas estaban durmiendo también en la cama, él estaba acostado usando el celular.

— aprovechando que se durmieron me voy a bañar, quiero dormirme un ratito. –le avisé sacándome las zapatillas.

— bueno amor, yo voy a preparar algo para comer. –me sonríe.

— hace esas tortillas de papas que te salen tan bien. –le hice puchero.

— lo que vos me pidas mi reina. –se acerca sonriendo–. ¿Me das un beso antes de irte a bañar?.

Agarre su carita toda hermosa y le di un beso, sin más agarre mi ropa y me metí al baño.

Abro la ducha para que se llene la bañadera, mientras me acomodo el pelo que estaba hecho un asco. Me metí en la bañadera una vez que estaba lista, que relajada me sentía por favor, después de un viaje largo no había nada mejor que esto.

— permiso. –hablan haciéndome asustar.

Lo miro sin entender, estaba Exequiel solamente en boxer enfrente mío. ¿En qué momento entro? No entiendo nada.

— ¿Vos no ibas a cocinar?. –me reí mirándolo.

— si, pero eso puede esperar. –se mete conmigo para darme un beso.

— boludo para, me hubieras avisado. –le acomode el pelito.

— es mejor así, las sorpresas te gustan. –me guiña el ojo.

Me agarró la cara para empezar a besarme, perfecto como lo hacía. No tardó mucho en meter manos por alrededor de mi cuerpo, explorandolo como si fuera la primera vez que lo hace. Cómo sino lo conociera.

Cómo pudimos damos una vuelta y quedé yo arriba de él, donde le saque el boxer el cual fue totalmente innecesario. Nos miramos a los ojos y soltamos una risita, la conexión que teníamos era tan... Tan hermosa.

¿𝗣𝗮𝗿𝗮 𝗦𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲? | ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ✓✓Where stories live. Discover now