𝟓𝟗

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⬞╭╰agustina╯╮⬞

Me despierto como todas las mañanas por el llanto de las mellis, me siento en la cama bostezando y me acerco a ellas. Estabas las dos con hambre.

— ¿Qué pasó mi amor?. –pregunta dormido el chango.

— vení ayúdame, mientras le doy la teta a una agarra a la otra, calmala aunque sea. –me di vuelta para mirarlo.

Exequiel se levanta con todos los pelos parados, haciéndome reír. Agarra a Aitana y yo le doy la teta a Alma, pasaron algunas semanas desde que nacieron y las cosas iban bien, Lionel hasta quería jugar con ellas todo el tiempo.

— buenos días. –entra Lionel con Osito atrás–. Ayer mi tía dijo que faltaban unos años para las vacaciones, ¿Dónde nos vamos?.

— ¿Unos años? Falta un mes. –se ríe Exequiel.

— bueno eso, es casi lo mismo, ¿Dónde nos vamos? ¿Dónde?. –se tira a la cama emocionado.

— a ningún lado, pasamos papá Noel acá en casa hijo, tus hermanas son chiquitas para viajar. –lo mire sonriendo.

— puedo irme con la tía Lola y el tío Zanahoria, total ellos pueden llevarme. –sonrie.

Él a toda costa quería irse, yo también no les niego, extrañaba horrores Argentina, mi familia, mi ciudad... Pero por lo menos hasta que no tengo dos meses no queremos viajar, por el momento estamos bien así.

Una vez que termine de darle de comer a mis hijas bajamos a desayunar nosotros. Las mellis se quedaron en su huevito, dónde Lionel estaba con ellas, les hablaba, todo.

— ustedes no van a tener novio, Osito va a morder a todo chico que se les acerque a ustedes. –las señala–. También les voy a enseñar a jugar a la pelota, vamos a mirar los partidos de boca, vamos a ir a la cancha.

Les hablaba, les hablaba.... Exequiel y yo lo mirabamos, nos gustaba que sea así con sus hermanas. Pero bueno, tampoco se callaba ni dos minutos, era típico de él.

Nos pusimos a tomar unos mates mientras hablábamos de la vida... Con el chango estábamos planeando tantas cosas, viajes para el año que viene, está reconciderando volver a boca... Pero aunque lo ame y ame que juegue en boca, todavía le queda bastante.

— extraño mucho por eso. –hace puchero.

— vos extrañas la joda de Argentina. –le pase el mate riendo y sonríe.

— también, pero ir a la cancha, jugar, que Lionel vea eso, no se.

Estaba nostálgico, porque se puso a mirar partidos viejos, me daba ternura verlo así, no voy a negarles que también extraño Argentina, pero estamos bien acá, y cuando sea el momento vamos a volver.

Lionel se vino a sentar en mi falda y se quedo usando el celular de su padre, las mellis estaban durmiendo, entonces era nuestro momento de paz, nada estaba más en silencio que ahora.

— ¿Podemos ir al parque? Quiero jugar ma.

— está lloviendo afuera amor, por algo no fuiste al jardín. –me reí acariciando su pelo.

¿𝗣𝗮𝗿𝗮 𝗦𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲? | ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ✓✓Where stories live. Discover now