𝟒𝟔

2.4K 178 93
                                    

⬞╭╰agustina╯╮⬞

Apenas llegué a casa subí para ver cómo estaba Lionel, les puedo jurar que cuando Julian me dijo que estaban en el hospital casi me agarra algo, se me salio el alma del cuerpo.

Entre a la habitación, estaba Exequiel durmiendo con Lionel en su pecho, me hizo acordar tanto a cuando Lío era chiquito, me acosté al lado de él para acariciar su cabeza, seguía teniendo la gasa encima, voy a matar a alguien.

— ¿Mami?. –pregunta dormido–. Mami, llegaste. –afirma abriendo sus ojitos.

— hola mi amor. –lo abrace fuerte–. ¿Cómo te sentís hijo? ¿Mejor?.

— bien ma, papi ayer me dió un remedio que estaba horrible, nunca había probado algo tan feo. –se queja rodando sus ojos.

Exequiel se removió en la cama dormido, abre sus ojos y al verme su sonrisa se ilumina, no hay nada mejor que esto, el chango me abrazo dejando besos en mi cabeza.

— bueno listo, ya me acordé que mami tiene a dos bebés en su panza. –se empieza a quejar Lionel.

— ¿No podés estar un segundo sin quejarte mi amor? Igual a tu mamá sos. –habla Exequiel con la voz ronca, de dormido.

— ¿Tenés el día libre hoy mi amor?. –mire a Exe y asintió–. Podemos ir a pasear entonces, está lindo el día.

— ¿Puedo llevar mi bici? También quiero llevar a Osito, no podemos dejarlo solo acá.

— ahora vemos bien hijo, primero vamos a comer algo.

Exequiel se levantó con Lionel en brazos, yo me quedé un ratito acostada acariciando mi panza, tenía un poco de sueño y la panza dura por el viaje, ya estaba entrando a los tres meses, estaba hermosa mi pancita, bueno, aunque claramente estaban dos bebés y no era una panza de tres meses, no parecía.

— ¿Vamos amor?. –me extiende la mano Exequiel.

— me voy a pegar un baño primero, estoy cansada por el viaje. –agarre su mano para levantarme.

— deben estar re estresadas mis chiquitas. –se agacha a la altura de mi panza.

Le empieza a dar besos a mi panza haciéndome reír de la ternura, ¿Todo lo qué haga va a parecerme tierno? Si, porque ni yo puedo creer hasta donde llegamos, con todos los problemas que teníamos.

Me metí a bañar, el agua me relajo todo el cuerpo.
Al salir me puse ropa cómoda y abrigada, porque acá seguíamos en invierno, pero estaba bien.

— mami mira te hicimos panqueques para que comas con dulce de leche. –me sonríe Lionel apenas bajo.

— gracias mi principito hermoso. –lo llene de besos.

— a papi se le cayó uno tratando de darlo vuelta en el aire. –se empieza a reír.

— uuh, habíamos dicho que no ibas a decir eso Lionel. –se queja el chango haciéndome reír.

Estos dos juntos se pasaban, eran tremendos... Simplemente Zeballos.
Nos sentamos a comer, mi hijo no se despegaba ni dos segundos de su papá, a mi tanta, tanta bola no me daba, y supongo que era por lo del embarazo.

¿𝗣𝗮𝗿𝗮 𝗦𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲? | ᵉˣᵉᵠᵘⁱᵉˡ ᶻᵉᵇᵃˡˡᵒˢ ✓✓Where stories live. Discover now