Capítulo 13| Carta 6

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El limbo de la vida.

Siempre me gusto pensar qué hay algo más después de la muerte, no me considero una persona católica, ni tampoco creo en el más allá ¿pero debe haber algo después de ella, no?

En lo que más me aferro es en la reencarnación. Me gusta creer que puedo convertirme en un delfín o una paloma blanca. También que puedo tener otras oportunidades de ser feliz y simplemente tener déjà vu de mi antigua vida.

Me gusta pensar qué hay un limbo, ese lugar en el que supuestamente pasas cuando falleces.

Pero yo creo que no solo hay uno cuando mueres si no también uno en vida.

El estar bien y el estar mal. Entre ellas hay una línea delgada y hay personas que son capaces de quedar paradas en ella, como un funambulista, esos que caminan sobre la cuerda floja. No se sitúan de un lado ni del otro. Están en el medio viendo qué lado escoger.

Soy una de esas personas. Estoy en el limbo de estar bien o mal.

Veces en las que deseó saltar de la alegría y otros en los que quiero morir.

No es difícil quedar varado allí. Es el simple hecho de que somos humanos. A medida que las cosas se complican huimos, ciertamente no está mal, es nuestra naturaleza.

Nosotros no decidimos estar bien o estar mal. Nosotros no decidimos qué lado de la cuerda floja cruzar.

Es la obra de estar vivos. Es el limbo de la vida.

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Momento reflexivo.🕴️

Las cartas de mi vida.Where stories live. Discover now