Pasos torpes. (Editado)

Start from the beginning
                                    

Seguí la mirada al frente, no sabía qué decirle. Tan poco sé por qué fui yo la persona correcta para él. La Luna debió equivocarse en darme un omega tan especial como Jimin.

—No lo sé—. Solté por fin—. Supongo que la Luna se equivocó en colocarme en tu camino, no sé cuanto más tengo que arrepentirme por todo lo que te hice.

—La Luna no se equivoca.

Solté una risa amarga.

—. Lo hizo con nosotros, tú jamás me aceptarás y yo jamás dejaré de insistir. Perdón.

—No lo hagas—. Lo miré, no entendía lo que decía y por qué estaba tan nervioso jugando con sus dedos.—. No dejes de insistir.

Sonreí. Porque otra cosa no podía hacer, ¿estaba tratando de decirme algo? Mi Jimin Bonito, si supieras que jamás tengo pensado rendirme contigo.

—Es una promesa.





[...]



Los siguientes días fueron mejores, unas charlas que más parecían por cortesía, pero para nosotros era un avance, el pecho se me retorcía de sensaciones nuevas, eran gratificante verlo sonreír y saber que yo provocaba esas emociones, sus sonrojos cuando le llevaba de la mano guiándolo o me atrevía acomodar su cabello. Otra semana pasó, Jimin ya no me evitaba, hasta podía creer que esperaba ansioso en la cocina sentir mi presencia.

A veces lo miraba a lo lejos jugar con sus dedos y morderse las uñas de nerviosismo, colocando todo en su lugar para que no se pierda con sus movimientos cuando yo apareciera.

¿Mi Bonito estaba extrañándome? Me pregunté la siguiente semana, cuando no pude acompañarlo a desayunar, había sido llamado a la empresa de mi padre a recoger un documento que me tensó por completo, pero me desasí de él ese mismo día.

Las fiestas estaban cerca y con mis padres nunca se sabe, sabía qué pasarían fuera de la ciudad como siempre y yo me perdería en cualquier punto pero no. Estas fiestas eran diferentes, Jimin estaba presente. Sería mi primera navidad especial y un Año Nuevo Justo a la persona que amo.

—¿No viajarían?—. Entre a la sala mirando a papá hablar con Jimin.— ¿pasa algo?

Arquee una ceja, ¿estaba tenso el ambiente?

—¿Papá?—. Volví a preguntar.

—Hola Hijo, hablaba con Jimin algo importante.

¿Importante? Me acerqué al mueble mirando a Jimin abrazando sus piernas.

—¿pasa algo?—. Le susurré a su lado sentándome y abrazándolo, algo en mí me hacía querer protégelo pero de qué exactamente? —. ¿Bonito?

—No...

—Le preguntaba a Jimin si deseaba saber algo de su abuelo, pasaremos fiestas en Busan. Sería correcto poder encontrarlo, ¿verdad Jimin? —. Mi padre interrumpió.

Espere que mi Bonito hablarla, pero se estaba mordiendo el labio y frunció el ceño. Mi Alfa se removió intranquilo haciendo que lo levante de su lugar y lo ponga en mi regazo. Él contactó, no lo sorprendió, más bien intento esconderse en mi pecho.

𝐔𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐚 𝐜𝐢𝐞𝐠𝐚𝐬. © Where stories live. Discover now