Flirty Girl: Dime qué callas y te diré quién eres - Isa Quintín

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26. Tan difícil es reconocerte imperfecto y aceptar tus errores?

27. juntos aprendimos que al gritar las palabras se escuchan más fuertes, pero no se comprenden.

28. Lo decía todo con calma porque es la sabiduría de las palabras la que consigue abofetear con más fuerza.

29. —Es mi hermanita, imbécil, lo único en el mundo que puede ser más guapo que yo.

30. —Enamorarse es normal, lo suyo es, no lo sé, sentir, tirarse de cabeza. Entregarlo todo. Ser un suicida emocional.

31. —Cógela en brazos y arrúllala. —Nunca he cogido un bebé en brazos. —Como cuando apretabas la bola contra tu cuerpo para que no te la quitaran, hijo. Pero con la mitad de la fuerza y apoyando una mano bajo su cabeza y la otra en su espalda. —Me pides demasiado. —Hazlo, no es tan difícil.

32. Lo más triste cuando huyes es que estás solo, pero yo no lo estaba y eso era suficiente para soportar.

33. —Sigo deseando ser una página en blanco para poder escribir la historia que quiero contar sobre mí.

34. —Suena fácil decirlo cuando ya has pasado por la tormenta. Hasta la sonrisa es más fácil cuando eres feliz, ni siquiera eres consciente de ella.

35. —La sonrisa no es más que el mecanismo de defensa de quienes están rotos por dentro. Sonríes para no llorar, sonríes para no mostrar tu debilidad, sonríes para disimular el miedo.

36. Tú no lo has notado porque no te ves con los ojos de los demás, pero no eres una brisa suave y desapercibida, tú naciste para ser tormenta.

37. —Parece que la sabiduría no llega con los años sino con las caídas.

38. —Soy el leño que le teme al fuego.

39. en el depósito desaparecen cosas con frecuencia y, además, transcurrido cierto plazo, se vende todo, sin tener en consideración si el proceso ha terminado o no.

40. Por ahora no le interesaba el derecho de disposición sobre sus bienes, consideraba más importante obtener claridad en lo referente a su situación.

41. Te he dicho que no me importa lo que digan los demás de una persona, para mí vale lo que veo en ella.

42. —Que no hables de él no quiere decir que desaparezca. Levanta la frente y avanza que no has hecho nada tan terrible.

43. —Me importas tú, tus cosas, tu vida. No sé por qué diablos es así, pero me importas.

44. —Sabes a sed, hueles a limpio. Necesitas pasión.

45. —Mírame siempre, Luciano —expresó solemne—, porque nadie me ha mirado como tú lo haces.

46. Estaba harta de que las novelas de romance romantizaran la guerra, la violencia, el maltrato, los trastornos y las facetas más oscuras del ser humano.

47. Deja de intentar encajar y gustar a todo el mundo. Haz las cosas de modo que te satisfagan. No hay horma que debas llenar porque tú naciste para romper esquemas.

48. sé que tienes dudas, querida, pero ese no es más que humo. Permítete tocar fondo con todo esto porque, a veces, en el infierno es donde encuentras el amor de tu vida.

49. —En el reloj de arena cada grano cae a su tiempo, no importa cuánto lo sacudas. Así que no fuerces nada, dolcezza, todo llega.

50. —Acercarse es como poner un leño a unos centímetros de la llama, en algún momento lo alcanzará y no lo dejará hasta consumirlo.

Frases del Olimpo. Vol 4Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα