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Ser alfa tenía sus pro y sus contras, pues tener el poder de embarazar a un Omega, obviamente si tienes el consentimiento de quererlo o estarse a cargo de las responsabilidades el tener un bebé, claramente muchos harían eso. Sin embargo; un alfa no era así con los omegas y mucho menos jugar con ellos, pues en todas sus relaciones que ha tenido estuvo con 3 alfas en su época de adolescencia y juventud. Ese era Guillermo Ochoa.

Un chico que al principio lo tachaban de Omega pero cuando reveló lo que era muchos ya le tenía respeto, su primer mundial lo inicio en Alemania de 2006, cuando solo tenía 19 años, por supuesto era un chico novato pero se mereció el respeto de su país pero también de la selección. Obviamente encontró muchos amigos quien le iba a tener mucha confianza, inicio con Javier Hernández mejor conocido como "Chicharito" y por supuesto Andrés Guardado, su compadre. Llegaron también a su vida Hirving Lozano y Alexis Vega.

Aunque fue un portero súper bueno en el club que tenía México, algunos aficionados al América lo tachaban como un mal portero por no atajar los goles, eso había deprimido un poco su carrera así que decidía ir entrenar en Europa para mejorar sus técnicas. El tiempo avanzaba y poco a poco los mexicanos se ganaban su confianza aunque no todos pero no desánimo ahora mismo. El alfa, un portero mexicano que sabe controlar su olor.

Jamás habían ganado un mundial su selección y el mismo pero siempre que pasaban a octavos de final es ahí mismo que siempre quedan así, no pasaban a cuartos o semifinales. Llegaría en un momento dónde se tendría que retirar del juego y por siempre para dedicarse así mismo.

Este mundial sería más diferente que los anteriores, pues uno de sus mejores amigos no iba a participar incluso su director técnico lo cambiaron por un argentino, conocido como el 'Tata' Martino.

Recordaba demasiado su anterior mundial cuando atajaba algunos goles de Alemania, eso sí que le lleno de orgullo a su selección y a su país. Que raro alfa era.

Este mundial estaba decidido en retirarse o tendría la última oportunidad en el siguiente mundial, daría lo mejor incluso en unas horas más iba a jugar contra Polonia, un equipo bastante fuerte ya que tenían a uno de los jugadores buenísimos, Robert Lewandowski.
Ya estaban casi preparados cuando se enteraron de la noticia que estaba circulando en el estadio y en todo internet, que Argentina había perdido contra Arabia Saudita, nadie se la podía creer ni mucho él. Antes de que comenzarán el partido tomaría algunos medicamentos para no desprender su olor a mazapán.

El juego había iniciado, pues Polonia y México se iban a enfrentar en fase de grupos. Cómo todo lo que hacían era cantar su himno nacional y con orgullo, nuevamente sentía sus nervios recorrer por todo el cuerpo pero lo debía controlar. Aunque no estaba uno de sus amigos le iba a prometer que iban a pasar a octavos de final, era de pura suerte y rezando a Dios.

—¿Estás listo, Ochoa? — preguntó Lozano dándole una relajante sonrisa.

—Estamos listo, daremos lo mejor de nosostros — el chico miro al contrario y le devolvió la sonrisa.

Cada quien le tocaba su lugar así que el de rizos estaba ya en su respectiva área y cerca de la portería, por suerte estaría atento a cada pasada. Se preocupo un poco por Argentina, seguramente no la están pasando nada bien.


En los vestidores de la selección Argentina estaban demasiados estresados pero a la vez algo preocupados, eran los últimos en la tabla del grupo C

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En los vestidores de la selección Argentina estaban demasiados estresados pero a la vez algo preocupados, eran los últimos en la tabla del grupo C. El capitán que era Lionel estaba pensando en un plan estratégico para ahora enfrentarse a México sin recordar la promesa que le había hecho aquel portero, parece que se le olvidó.

—¿Como no pudiste atajar el gol, pelotudo? — exclamó Lautaro, quien estaba algo molesto con el portero del número 23.

—Calladito te vez mejor boludo, di lo mejor pero esos árabes me tomaron de bajada — ahora el portero de nombre Emiliano Martínez mejor conocido como "Dibu" Martínez, le estaba reclamando al chico.

El capitán los separó porque parecían que se iban a golpear ahí en pleno cambiada de ropa, obviamente ya no dijeron ninguna palabra porque estaba ahí mismo su amigo y compañero. Leo estaba algo preocupado pero no iba a insultar a Dibu o regañar a todos su compañeros, eso no le iba a gustar a nadie.

—En el siguiente partido vamos a darlo con todo, ya veremos nosotros. Ahora mismo cambiense que nos tenemos que ir al hotel.

Nadie dijo más así que le obedecieron, solo pudo soltar un pequeño suspiro y se retiró de los vestidores para ir principalmente para llegar al lobby.
¿Como es posible que un Omega sea capitán y por supuesto el mejor jugador del mundo? Nadie se lo esperaba.

Habían pasado unos 30 minutos cuando acabo el partido de México y Polonia, por lo cuál todos se fueron a cambiar. Quedaron en un empate de 0-0. Nada mal pero nada bueno.

La selección mexicana estaba siendo entrevistada con los de telecomunicación para informar como se sintieron en el partido, si hubo buenos resultados o tal vez darán el mejor resultado en el siguiente partido, que era Argentina.

Ochoa estaba feliz de haber atajado un gol de Polonia, por suerte sirvió su técnica que pensó unos segundos antes de que se moviera de un lado para otro, los mexicanos gritaban su nombre con orgullo como si fuera un santo. Le llegaría buen resultado.

Justamente el jugador 10 de la selección argentina pasaba por ahí en el lobby recibiendo algunos comentarios positivos y otros negativos por los rivales, dios mío que pesados eran todos ahí mismo, después de todo ya no le importaba mucho. Justamente cuando alzo su mirada encontró al chico de 1.89, aquellos rizos todos hermosos, nuevamente su corazón se flecho.

Leo estaba más que nervioso que casi iba a ir con él para abrazarlo pero iba a mantener su cordura, solo respiro profundamente. Se acercó lentamente a él para saludarlo.

—¡Hey! Que alegría enserio volverte a ver — el Omega saludo al contrario con un apretón de manos y justamente llegó el olor a mazapán, delicioso.

—Lo mismo digo, Leo.

Tenían una buena comunicación después de todo, estaban en el mismo estadio y en el mismo punto. Parecía que una leve canción apareció en su mente de aquel argentino, una donde te hace llorar con lágrimas de amor. Que nunca se enamoraría a menos de que fuera él, que nunca lo volvería a soltar.

Ambos se quedaron a platicar un rato notando que los de la selección argentina como mexicana se les quedaba viendo a ambos jugadores, ninguno andaba reaccionando para irse a cambiar pues la plática era súper buena. Justamente Di María, le tocaría el hombro al chico para que reaccione, estaba soñando más que nada.

—Leo, ya nos tenemos que ir a nuestro hotel.

—Lo siento chicos, en un momento voy.

Los argentinos estaban más que todo molestos pero a la vez tirando muchas indirectas para los "enamorados" mientras que los mexicanos estaban teniendo una actuación de ellos, ambas selecciones le estaban haciendo burlas a Leo y Memo.

Antes de que el portero de fuera, Leo abrió un poco su boca para decirle algo más antes de que llegará su mejor amiga por él. Obviamente el de rizos puso mucha atención con él.

—¿Puedo verte mañana en la noche?

—Con gusto que si Leo, siempre serás bienvenido en Qatar y en México.

—Entonces, ¿puedo salir contigo? Frente a tu hotel.

Aquella cosa le hizo pensar muchas cosas al mexicano, sobre todo que iba a pasar la noche con un Omega y un buen jugador, él obviamente acepto para darle una acaricia en su brazo. De ahí ambos se retiraron del lobby.

"Cambio de playlist: This Side of Paradise"

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𝑈𝑛𝑡𝑖𝑙 𝐼 𝐹𝑜𝑢𝑛𝑑 𝑌𝑜𝑢 •||• 𝑀𝑒𝑠𝑠𝑖 𝑥 𝑂𝑐ℎ𝑜𝑎 (TERMINADA)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora