Querido diario | Seroroki

Página V

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Hoy tomé valor para ir a hablar con Midoriya. Quería contarle, él sabe mucho y tal vez sabría de qué se trata todo esto.

Le conté lo diferente que era estar con Sero, y cómo yo mismo reaccionaba diferente ante él de manera involuntaria. Midoriya chilló agudamente cuando concluí mi relato, eso me confundió más de lo que ya lo estaba; se puso a susurrar bajito, como es costumbre, y luego me tomó de los hombros para mirarme a la cara. Me atrevo a decir que afirmó que me gusta Sero. Definitivamente sonaba más a una afirmación que a una pregunta.

¿Gustarme Sero..?

No lo creo, no se siente como debería.

He leído mucho, y nunca sentí ningun revoloteo en el estómago ni me sentí débil cerca suyo. Definitivamente no se sentía como un protagonista enamorado.

Con Sero estoy tranquilo, no tengo que buscar una etiqueta cuando estoy con él, tampoco me pongo nervioso. Él siempre hace fácil la conversación. Definitivamente no me siento como la descripción de una colegiala enamorada.

Cada que lo pienso solo me intrigo más. Estando con Sero no busco etiquetas, pero una vez nos alejamos, lo que puedo definir como lo más cercano a la urgencia en mi persona me invade y necesito saber por qué es diferente.

No se siente como no sentir nada. Se siente como la ausencia de un indicador de algo, como si mis emociones se coordinaran con él para sentir cosas sin decirme y solo dejaran un silencio tranquilo.

-S.T.