Partners II

1K 38 28
                                    

Un latigazo de placer recorrió mi columna vertebral en cuánto sentí los labios de la ojiverde sobre mis pezones erectos. Lauren parecía ser del tipo de persona extremadamente dominante en todos los ámbitos de su vida. El sexo no escapaba de este férreo control. Continuó subiendo mi blusa para dejar expuesto el valle de mis pechos, los cuáles masajeó sin dejar de mordisquear el lóbulo de mi oreja.

- No llevabas sujetador, Camz. ¿Crees que las chicas buenas se van de juerga sin usarlos? - Gruñó excitada.

- En mi defensa diré que no tenía planificado venir a un bar en horario laboral. - Giré el cuello para darle más acceso, ella no dejaba de pellizcar mis aureolas.

- De igual forma no deberías andar por la agencia así. - Protestó mientras presionaba su pierna contra mi intimidad.

- Lauren. - Protesté cuando se alejó un poco, sin embargo, sólo bajó la cremallera de mi pantalón e introdujo una mano en mis arruinadas bragas.

- Mi juego, mis reglas. - Recordó a la par que sus dedos acariciaban mis labios mayores en una constante burla a mi libido.

Estuvo largo y tendido de esa manera, provocándome hasta el cansancio. Si intentaba profundizar el contacto, ella sólo reía en voz baja y retiraba la mano para segundos después colarse en mi ropa interior sin pedir permiso. Le pareció más divertido girarme contra la pared y, una vez que mi mejilla derecha se estampó contra los fríos azulejos, me penetró con dos dedos.

- Mierda, Jauregui. - Me quejé por la fuerza con la que había entrado, no obstante, me deshice entre sus brazos cuando succionó mi pulso con tanta insistencia que dejaría una marca.

- Querías esto, Camila, ahora no te quejes. - Agarró mi coleta para tirar de ella hacia atrás hasta que nuestras bocas se encontraron en un beso ensordecedor. No pude continuarlo porque sus rápidas embestidas me estaban robando la estabilidad.

- Más. - Murmuré con los ojos cerrados.

- Eres ambiciosa, agente Cabello. - Se burló de mi desesperación, pero noté cómo agregaba un tercer dedo a sus asaltos constantes.

Me apretó aún más contra la pared para comenzar a mover su pelvis contra mi trasero, lo que provocó que sus dígitos alcanzaran más profundidad. Los curvó con tanta maestría que dejé escapar un breve chillido de placer. Ella sólo sonrió en la curva de mi cuello. El sonido de su mano chocando en mi pubis se mezcló con la humedad que exudaba mi centro y mis jadeos se intensificaron cuando ella aceleró los movimientos de su muñeca.

- Si llego a saber que te ves tan guapa gimiendo mi nombre, habría pedido que me transfirieran a tu departamento hace meses. - Dijo en susurros entrecortados, sin abandonar esa sonrisa seductora de sus labios. A penas podía verla, pero me seguía pareciendo irreal que me estuviese follando en el baño de aquel bar.

- L-Lauren, no pares, por favor. - Pedí, demasiado concentrada en cómo entraba y salía de mi centro. Podía sentir sus dedos resbalar en mí con tanta facilidad como un cuchillo caliente en la mantequilla.

- No pensaba hacerlo, nena. - Mordió mi nuca antes de atrapar mi clítoris con su mano libre. - Córrete, sé qué quieres hacerlo.

- N-no. - Intenté retrasarlo, pero ella lo tomó como un reto. Bombeó con la fuerza necesaria para alcanzar mi punto G y sólo pudo entregarme a un intenso orgasmo. Estaba segura de que había sido uno de los mejores de toda mi vida. - Joder, Lauren, eso ha sido increíble.

- Tengo un apartamento a un par de cuadras. Podemos follar otra vez, descansar un poco y volver a trabajar en el caso.

- Se te ocurren buenas ideas, compañera. - Sonreí atontada, a lo que ella respondió con un beso en mi frente.

More Than That (Camren One Shots)Where stories live. Discover now