TRAICIÓN PASADA - BIBLE Y BUILD (Adaptación)

Capítulo Siete

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La luz del sol despertó a Build, que alargó una mano para tocar el otro lado de la cama... Bible no estaba a su lado, pero al oír las aspas del helicóptero se levantó para mirar por el balcón.

Su prometido estaba despidiéndose de Roslyn en el helipuerto y cuando, por fin, el helicóptero despegó, Build dejó escapar un suspiro de alivio.

Se alegraba de que la ayudante hubiera desaparecido.

Contento, entró al cuarto de baño para darse una ducha y, cuando salió, Bible estaba esperándolo.

— Buenos días - le dijo sonriendo.

— Buenos días. ¿Has dormido bien?

— Sí, estupendamente.

— Bueno, te dejo para que te vistas. La señora Cahill vendrá para ayudarte a bajar la escalera.

Y, sin decir otra palabra, salió de la habitación, dejando a Build boquiabierto.

Se portaba como si estuviera deseando alejarse de él y, después de la noche anterior, aquello era lo último que esperaba.

¿Y enviar a Patrice a buscarlo?

¿Por qué no lo acompañaba él si tan preocupado estaba?

Suspirando, Build entró en el vestidor.

Ya tenía suficientes preocupaciones como para añadir un hombre malhumorado a la ecuación.

Fuera cual fuera la razón para el enfado de Bible, no podía tener nada que ver con él.

La calidez y la ternura de la noche anterior parecían haberse evaporado de repente, pensó mientras salía del dormitorio, una vez vestido. No iba a quedarse esperando que fueran a buscarlo como si fuese un niño pequeño.

Estaba en medio de la escalera cuando vio a Bible abajo, mirándolo con expresión sombría.

Build le devolvió un gesto desafiante y, sin decir nada, su prometido lo tomó del brazo para llevarlo al comedor.

Desayunaron en completo silencio.

Build abrió la boca varías veces para preguntar qué le pasaba, pero su grave expresión lo mantuvo en silencio hasta que, por fin, dejó de fingir que estaba comiendo y apartó el plato.

— Tienes que comer — dijo Bible.

— No es fácil comer cuando hay una nube negra sobre mi cabeza.

Él estaba a punto de replicar cuando oyeron de nuevo las aspas del helicóptero.

— Debe ser el joyero. Volveré enseguida.

¿El joyero? Build arrugó el ceño.

¿Para qué necesitaba un joyero?

Luego se preguntó dónde estarían Patrice y el doctor Karounis. Si estuvieran allí, no tendría que soportar el pesado silencio de Bible.

Suspirando, se levantó para salir al jardín. Hacía un día precioso y aún no había visto la isla a la luz del día.

En cuanto abrió la puerta fue recibido por una deliciosa brisa y, encantado, salió a dar un paseo. Pero cuanto más se alejaba de la casa, más arenoso se volvía el camino y se detuvo un momento para quitarse las sandalias.

Al final del camino había una pequeña pendiente de tierra que llevaba hasta la playa y, cuando sus dedos se enterraron en la arena, Build suspiró, agradecido.

Las olas parecían llamarlo, de modo que se aventuró hasta la orilla. El mar era tan azul que lo dejaba sin aliento.
Aquello era el paraíso.

Y era de Bible.