TRAICIÓN PASADA - BIBLE Y BUILD (Adaptación)

Capítulo Cinco

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A la mañana siguiente, Build se puso uno de los preciosos jerseys que una boutique especializada en ropa para embarazados había llevado para él al apartamento.

Bible había insistido en que viera al especialista antes de irse a la isla, de modo que, acompañado por él, y por varios miembros de su equipo de seguridad, entraron en la consulta del médico.

Se sentía incómodo y un poco avergonzado por llevar tanta gente alrededor, pero también contento por la aparente preocupación que Bible mostraba por su salud.

La enfermera les indicó que esperasen un momento y Bible empezó a pasar las manos por sus brazos, como para tranquilizarlo. Y cuando el médico entró en la consulta, lo tomó por la cintura. No parecía tener prisa por soltarlo.

Después de ciertos preliminares sobre su condición, el doctor miró su informe.

— Me gustaría hace una ecografia para comprobar que todo está bien.

— ¿Hay alguna causa de preocupación? — preguntó Bible.

— No, es sólo una precaución. Como se marchan del país y el señor Jakapan ha sufrido recientemente un trauma, quiero comprobar si el feto se encuentra en buen estado.

Bible tomó la mano de Build.

— Yo estaré contigo, pedhaki mou. No te preocupes.

Build sonrió.

— No estoy preocupado. Ni siquiera resulté herido en el accidente y estoy seguro de que el bebé se encuentra bien.

El doctor le pidió que se tumbase en la camilla para ponerle una especie de gel sobre el abdomen. Un segundo después, una imagen borrosa aparecía en la pantalla del ordenador.

Build, nervioso, apretó la mano de Bible.

— ¿Quieren saber si es niño o niña?

— Sí, yo sí — susurró Build —. ¿Tú quieres saberlo?

Bible sonrió.

— Sí, a mí también me gustaría saberlo.

Los dos se quedaron observando el borrón de la pantalla hasta que, poco a poco, empezó a ser más claro.

— Es un niño — anunció el doctor con una sonrisa.

— ¿Esa mancha borrosa es mi hijo? —preguntó Build, con un nudo en la garganta.

— Desde luego que sí. Esas son las piernas... y ahí están las nalgas. Un niño muy guapo — bromeó el médico.

— Es precioso — dijo Bible, inclinándose para besar a Build —. Gracias, cariño.

— ¿Por qué me das las gracias?

— Por nuestro hijo — sus ojos estaban clavados en la pantalla del ordenador, como fascinado por la imagen.

— Bueno, ya hemos terminado —anunció el médico, ofreciéndole un pañuelo de papel.

Bible lo ayudó a incorporarse en la camilla, un poco nervioso.

— ¿Está todo bien?

— Perfectamente. Pero deben ponerse en contacto con un especialista cuando lleguen a Grecia. El niño parece estar muy sano, pero debe visitar regularmente a un médico.

— Mientras estemos en la isla habrá siempre un médico Y una enfermera con nosotros.

— Estupendo. Cuídese, jovencito —sonrió el hombre.