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                        🍂 Sadie 🍂

Habían pasado dos días desde nuestra hermosa cita y necesitaba ver a Millie otra vez, fuí a comprarle flores y los chocolates que tanto dice Gaten que le gustan a ella.

Cuando estaba por llegar a su casa ví a la cosa más horrible sentado en el jardín frente al señor Brown.

— ¿Qué haces aquí Eric?.- Dije molesta

Debes ser más educada Sink.- Eric

Voltie con el señor Brown.

— Ehm hola señor Brown.- Sadie

— Hola Sadie, que gusto verte. Veo que se conocen.- Señor Brown

—Lastimosamente sí ¿puedo hablar con el a solas?.- Sadie

— Ah sí claro. Igual ya terminamos, estás contratado Eric.- Dijo el señor Brown y entro a su casa dejándonos solos a mi y a Eric, el se puso de pie y yo aproveché para agarrarlo bruscamente del cuello de la camisa.

— ¿Qué carajos haces aquí?.- Sadie

— Cálmate niña, solo es trabajo.- Eric

— Yo no me trago esa mentira, eres un ratero, mentiroso, acosador de mierda. Tú ni de broma trabajarás de forma honrada.- Sadie

— No tengo opción. Estoy a prueba, sí no trabajo aquí para el señor Brown entonces me llevarán a una escuela militar y no saldré de ella asta dentro de cinco años. Le hable sobre el trabajo a mi padre y el mismo vino ayer a hablar con los Brown y hoy vine yo para confirmar que trabajare.- Eric

— Ibas a trabajar. Ya no, renuncia ahora sí quieres volver a tu casa y no al hospital.- Sadie

— El señor Brown ya me contrató y me necesita. No es tú asunto. Aparte deje los robos y mala vida.- Eric

— Oh sí claro. Tú padre debe de estar orgulloso de que seas un acosador, alcohólico y drogadicto.- Sadie

— Se te olvidó que también soy un buen mentiroso. Pero el señor Brown no me ve así. Vamos a ver a quien le creen más y pienso hacer todo por no tener que ir a una maldita escuela militar.- Eric

El quitó una de mis manos para ver la otra con las flores y los chocolates.

— ¿Son para mí?.- Eric

— Para tí es ésto.- Dije y le di una cachetada, por suerte nadie había visto y entre a la casa.

La señora Brown me vio feliz, mejor dicho, demaciado feliz.

— Sadie, ¡que gusto verte!.- Señora B

— El gusto es mío señora.- Sadie

— Millie está en su habitación ¿no quieres agua o algo?.- Señora B

— No, estoy bien gracias.- Dije y fuí hacia el cuarto de Millie.

La puerta estaba abierta así que la encontré sentada en su cama con unos shorts, con una camisa algo grande y su cabello atado algo despeinado, traía su laptop y algunos cuadernos regados en su cama.

— Sadie.- Me dijo con los ojos muy abiertos

— Hola muñeca.- Dije y ella se puso muy roja. Me gustaba decirle cosas haci solo para ver sus reacciones graciosas, cerré la puerta y me senté a su lado entregándole las flores y los chocolates.— Son todos tuyos.- Sadie

— Que ternura... Gracias.- Dijo y acomodó las flores en su tocador y abrió los chocolates al instante, me ofreció pero yo se los negué con la cabeza.

— Vamos, toma uno están buenísimos.- Millie

— Bueno.- Dije y tome uno de los tantos que había de diferentes sabores y sí, realmente estaban buenos.

— ¿Qué haces?.- Sadie

— Tarea.- Millie

— Mierda, no eh hecho la mía.- Dije y ella soltó una pequeña risa.

— Que irresponsable.- Bromeo y yo la mire mal, obviamente en broma.

— Bueno pero por ser tú una chica responsable te daré un premio.- Dije y ella en ese instante miro mis labios así que supe que podría besarla y lo hice.

Ella tomó mi cintura y asta me sentí nerviosa. Deje de besarla y entonces ella hablo.

— Ahora yo quiero agradecerte por los chocolates y las flores.- Millie

— Eso si que me interesa.- Dije y ella río para luego acercarme hacia ella y besarme, el beso estaba durando más, era lento y romántico pero siempre es malo tener un beso tan hermoso en una casa llena de más personas pues nos asustamos al escuchar cómo le pegaban a algo en el jardín de Millie.

Nos separamos y ella confusa fue a ver al jardín desde la ventana de su habitación.

— No es cierto.- Dijo en un tono enojado

Me acerque a la ventana y vi a Eric tumbando la cerca a golpes con un martillo. Cerca de donde el estaba haciendo eso, habían unas cercas nuevas que seguramente el pondría.

— ¿Ese es el tipo que contrato mi padre?!.- Dijo muy confusa

— Sí... Lo ví antes de entrar a tú casa y lo amenace, le dije que renunciará pero el contrato ya está, asta el padre de Eric vino a hablar con el tuyo y dice que ara todo por seguir con este trabajo, si lo despiden terminara en una escuela militar.- Sadie

— Eso a mí me importa un carajo. Que vaya a qué lo maltraten en una escuela militar pero trabajando en mi casa. Eso sí no.- Millie

— Lo peor de todo es que hay tantos trabajos y eligió esté ¿por qué necesariamente este?!.- Sadie

— Es adrede, sabe que vivo aquí estoy segura de eso.- Millie

Entonces Eric dejo de pagarle a la cerca para voltear de una manera casi escalofriante, miro hacia la ventana con su mirada fija en nosotras, nos dió una sonrisa de lado y nos saludo con la muñeca.

Millie estaba aterrada y bajo la cortina al instante, asta su respiración se veía algo agitada.

— Ese tipo casi lo doble que yo, es demaciado alto. ¿Y ya viste cómo le pega a las cercas? los tipos cómo el me dan miedo. Encerio, no quiero ser ridícula pero si el me golpeara o me hiciera algo no tendría forma de defenderme.- Millie

Le tome las manos y hice que me mirara.

— Estarás bien, el ni siquiera tendrá la oportunidad de hacer algo. Hablaremos con tú padre sobre si el sigue trabajando aquí y por ahora mantén tú puerta cerrada con seguro siempre y las cortinas abajo, las llaves de tú cuarto solo las debes de tener tú ¿okay?.- Sadie

— Okay.- Millie

No quería que Millie se sintiera insegura en su propia casa así que tendría que estar muy pendiente a ella para evitar que Eric se quiera pasar de listo y aprovechar que podrá tener las puertas abiertas de la casa de los Brown y más siendo que tiene la confianza del padre de Millie.

Aprovecho para agradecer todo el apoyo que tiene el fan fic, espero les esté gustando y disfruten del fan fic.

Gracias por leer y sí quieres vota.

Talvez Mañana Ya Me Quieras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora