Capítulo 55

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Mientras que Connie, Kelly, Magna, Maxim (Stephanie), Ezequiel y Eugene veían los papeles de las personas que fueron desaparecidas sin embargo lo llegaron al fondo de todo.

El cajón de Pamela tenía un doble fondo, los primeros no tenían mucha importancia, el que estaba oculto era el importante, iba a usar a los Maxwell para resguardarse y había empezado ya con el pilar que los une.

Ir a por Maxim Maxwell era un poco más difícil ya que estaba con el resguardo de su esposa Emily y Carl Grimes, ir a por los padres de Meg iba a ser lo más difícil ya que si Megan era muy peligrosa, sus padres lo eran el triple.

En la noche Pamela entró a aquella habitación y saco a Meg de ahí llevándola hacia su nueva habitación, le dio ropa y un lugar donde seguir entrenando ya que ahora más que nunca la necesitaba.

Megan no podía escuchar todo el alboroto que había afuera ya que la habitación estaba hecha para eso, el sonido no entra ni sale para así no alertarla, Pamela la había estudiado muy bien.

Pero Pamela no contaba con que Kelly saco una foto a su auto, claramente sus vidrios estaban blindados pero de casualidad a Meg no le gusta el encierro y bajo un poco el vidrio.

Carol vio la fotografía y la estaba estudiando, solo podía ver un cabello rubio ondulado pero jamás se le pasó por la cabeza que podría ser la chica que había visto crecer y era como su hija.

Megan recibía comida cada cierto tiempo y nada le parecía sospechoso ya que según lo que recuerda ella había crecido con Pamela y Sebastián, ellos eran su familia.

Mientras tanto en casa de Carol el peligro corría, estaban buscando a los niños y Carl no sabía nada, no supo hasta que vio a 2 tipos en su puerta y Max en su ventana pidiéndole que le dé a los niños.

El lo entendió de inmediato y saco lo necesario para sus bebés para luego salir por la ventana, por suerte sus hijos no eran de llorar por cualquier cosa, eran los bebés más tranquilos que habían visto además de Jud.

Cuando el confinamiento fue ordenado Carl se reunió con Jerry para llevar a sus hijos y de paso llevarse a Emy, no quisieron dejar a Max pero era lo mejor para mantener a salvo a los pequeños.

Max iba a su trabajo para apoyar con los caminantes y escusar a Carl por faltar. Megan no pudo aguantar el exilio y decidió salir.

Cuando iba saliendo en medio del camino se encontró con alguien quién parecía estar buscando algo o quizás a alguien, miro hacia atrás para luego voltear a verlo, cuando el se dio la vuelta pudo ver que tenía una pañoleta cubriendo su rostro por lo que lo vio a los ojos, eran preciosos.

— ¿Quién eres?.— le pregunto la rubia

— Soy yo, Carl.— dice el chico quitándose su pañoleta algo aliviado ya que la chica había vuelto

— ¿Carl quién?.— preguntó esta vez la chica a la defensiva el chico parecía sorprendido

— Meg, soy yo, Carl, tu esposo.— dice el tratando de acercarse pero ella retrocedió

— ¿De que estás hablando? Yo no tengo esposo, ¿Eres un fugitivo verdad? ¿O eres de las afueras?.— preguntó ella mirándolo con curiosidad

— No es posible...dime qué es una broma...¿No me recuerdas?.— pregunto nuevamente el chico tomándole las manos y ella lo miro analizando sus ojos

— No te conozco.— le dijo la chica dándole un cabezazo para luego golpearlo en el pecho dejándolo sin aire

Ella corrió de vuelta a dónde se estaba quedando y se encontró con 2 guardias que la estaban buscando.

— Hey, habia un chico a pocos kilómetros de aquí ¿Que no saben hacer su trabajo?.— los regaño ella

— Lo siento señorita, pase por favor, estamos bajo confinamiento.— dice el guardia, Meg entra rodando los ojos

Sin querer chocó con el guardia, el se disculpó y cerró la puerta, Meg sonrió viendo la pistola que le robó al guardia para luego guardarlo en su cama.

Se cambió de ropa ya que descubrió que andar en la calle con un vestido no era algo muy cómodo y meno correr con el, se puso unos jeans negros, unas botas, una camiseta gris y su chaqueta de cuero, lo de siempre.

Carl cuando logró reincorporarse no dudo en ir en busca de su esposa sin embargo cuando a lo lejos vio un guardia viniendo tuvo que volver, no estaba abandonando a Megan, estaba haciendo lo que ella hubiera querido, iba a proteger a sus hijos y ponerlos a salvo, Meg estaria bien.

Cuando Carl volvió informó de lo que vio, no le creían pero después de un rato le creyeron, sin embargo no podían hacer nada ya que primero era hundir a Pamela y a Sebastián.

Por otro lado Negan y su esposa estaban en la ecografía de su bebé, sin poder evitarlo cuando la doctora se fue Negan reviso el lugar y pudo ver algo, visualizó un bisturí con una marca peculiar "M.M".

— Esto es de la niña de la que te hablé, Carl nos dijo que se fue a una misión ahora pero volverá pronto.— dice Negan sonriendo

— Mira este lugar, no creo que solo haya ido a una misión, por lo que me contaste esa niña es desconfiada, mató a tus hombres solo porque la encerraste, ¿Que haría si hubiera estado aquí cuando todo esté alboroto pasó?.— pregunta su esposa

— Megan no es facil de capturar, no creo que haya sido secuestrada o algo por el estilo...pero tienes razón.— le confirma Negan

Megan seguía en aquel lugar, llegó a pensar que quizás se quede ahí de por vida, Pamela tocó la puerta y ella respondió con un "Pase" en tono enojado.

— ¿Mal momento?.— pregunta y Meg niega

— Es solo que ya me aburrí de estar aquí, ¿Cuando terminara el confinamiento? Puedo ayudarles.— dice Meg pero Pamela negó

— Hay una comunidad cariño, una comunidad enemiga que quiere apoderarse de este lugar pero no los dejaremos, no puedo perderte, tu hermano Max está con Tommy protegiendo desde las alturas, no quieren que salgas cariño, quédate aquí, estás a salvo aquí.— dice ella y la rubia asintió

— Oye...— Pamela volteó a verla y ella dudo en si contarle o no de aquel chico — ¿Podrías tráeme una manzana acaramelada?.— pregunta y Pamela ríe asintiendo

Pamela sale y luego de un momento llega con una manzana tal y como le pidió pues ya le tenía una lista por el evento de hoy, le dio la manzana y luego se fue ya que debía estar con su pueblo.

Megan comió su manzana de lo más feliz mientras que sacaba el cartucho del arma, afortunadamente estaba lleno y sonrió por eso cuando terminó vio la radio y la encendió levantando todo el volumen esperando a que esos idiotas entren.

𝐒 𝐔 𝐑 𝐕 𝐈 𝐕 𝐄 | 𝑪𝒂𝒓𝒍 𝑮𝒓𝒊𝒎𝒆𝒔Where stories live. Discover now