El tigre, el conejo y la serpiente 🐉 Dohwan

Extra 🐉 Yoshiho

⚠️ contenido adulto
Mashiho top

La vida de Yoshinori había dado muchas vueltas desde que era joven, pelear con su familia, estudiar gastronomía, ser un joven universitario popular y terminar llorando en el funeral de una de sus amigas con un bebé en brazos.

Cuando apenas pudo estabilizarse un poco recibió un nuevo pequeño angelito y luego de dar su vida por sus dos hijos terminar metido en un gran problema de mafias, viviendo en el campo, cuidando de un chico que era él quien cuidaba de ellos, para hacer la historia más interesante se enamoro de uno de esos mafiosos que después de un largo tira y afloja por fin se los trajo a vivir a una lujosa casa que el mismo compro para ellos y también le coloco un pequeño pero igual de lujoso restaurante que era muy concurrido por personas adineradas.

Todo un cuento de hadas.

—¿Que piensas tanto?— Pregunto Mashiho aún con una toalla sobre los hombros y llevando solo unos shorts de algodón, Doyoung estaba con Junghwan y Koki se quedaría a dormir con su nuevo mejor amigo, así que la serpiente podía tomarse estás libertades por hoy ya que estaban solos en casa —No me digas que de nuevo olvidaste pagar un permiso y te llamaron la atención en el restaurant— Soltó el menor con una verdadera cara de preocupación, sentándose junto al tigre en el sofá, ganándose una mueca por parte de Yoshinori y un suave golpe en el brazo.

—Yo no olvide pagar nada, contrate un asesor para esas cosas— Murmuró él tigre aprovechando la oportunidad para poder sentarse a horcajadas sobre las caderas de Mashiho, pasando sus manos por los fuertes hombros de su serpiente y acariciando los tatuajes en sus brazos, dejandose hipnotizar por aquellos ojos grises que tanto amaba y rozando sus narices juntas en un pequeño mimo que el menor adoraba.

—¿Mi lindo tigresito quiere mimos hoy?— Pregunto en burla el mas bajo, esperándose un nuevo golpe por parte de Yoshinori pero solo dejandose hacer cuando el tigre tomo sus manos para llevarlas hasta su espalda baja, más específicamente hasta su perfecto y redondo trasero.

—Quiero besos— Pidió el mayor luciendo inocente mientras hacía un pequeño pico con los labios.

—¿Que besos quieres mi amor?— Mashiho amaba aquellos juegos, burlarse de la paciencia de este lindo tigre que no se atrevía a utilizar palabras obscenas y siempre se avergonzaba demasiado antes de pedir lo que quería.

—Solo besos, ya sabes, besarme— Pidió Yoshi esta vez permitiendo que la lengua de Mashiho tuviese más acceso a su boca, moviendo sus caderas apenas un poco, juntando sus entrepiernas y ganándose un gran apretón en el trasero,  dejándose guiar por el ritmo que imponía el menor a la vez que amasaba su culo a su antojo. Su pecho seguía sensible de días anteriores, quería que Mashiho mordiera y chupase sus pezones, amaba cuando lo hacía pero no se atrevía a pedirlo.

Pero sabía que Mashiho tampoco le daría lo que quería hasta que se lo pidiera.

Lo odiaba tanto por eso.

Trato de sacarse la camisa de pijama de forma rápida, terminando por enredarse con ella y teniendo que separarse para poder quitársela correctamente —Llévame a la habitación— Pidió con molestia arrojando la prenda a cualquier parte, Mashiho era un poco más bajo pero definitivamente tenía más musculatura que Yoshinori que tenía cuerpo de adolescente delgadito, la serpiente podía llevarlo fácilmente en sus brazos y Yoshi amaba enredar sus piernas en las caderas del menor, besándolo y haciendo que chocarán con algunas cosas en el camino.

Mashiho lo dejo en la cama con un poco de brusquedad, ganándose una queja a la vez que le sacaba los pantalones y ropa interior de un solo tirón.

—Esto es injusto— Acuso el mayor cuando noto que la serpiente no tenia planeado quitarse sus shorts aún y eso solo significaba que iba a jugar con su paciencia.