Mi mamá es un Vaporeon

10. Diana y Nadia: Al servicio del Equipo Rocket

     —Ya decía que era demasiado extraño que nuestra supervisora se ausentara de esa manera.— Dijo Norian, atento a lo que hacían las chicas que recién se habían presentado.
     —¿Tu supervisora?— Diana, la más alta hablaba de manera demasiado egolatra. —Esa tipa ya debe de estar muy por debajo de la tierra en estos momentos
     —Realmente solo la dormimos y la amarramos.— Afirma Nadia, la más bajita.
     —¿Podrías callarte?— Regaña Diana a su hermana tirándole una mirada de asesina. —Se supone que somos parte de una organización peligrosa
     —A ver, en primera tú no me dices que hacer porque aquí yo soy mayor que tú, en segunda, no quiero ser marca como una matona, ese no es mi estilo.
     —¿Hay algún sentido seguir escuchando cómo discuten?— Pregunta Norian.
     —Yo me quiero quedar a escuchar el chisme completo.— Dice Aqua. —Además me encantan las discusiones de pareja cuando no son mías.
     —¿¡PAREJA?!— Gritaron ambas chicas al mismo tiempo.
     —Si somos hermanas.— Dijo Nadia
     —Además, yo no podría estar con una enana como ella.
     —Repite eso.— Nadia retaba a su hermana.
    
     Mientras que las chicas discutían, el pobre de Leafeon sin saber que hacer nada más les intentaba llamar la atención mientras las miraba con precupación.
     —Te entiendo Leafeon.— Susurra Aqua.
     —¿Sabes lo que está diciendo mamá?
     —Solamente está tratando de decirles que detengan su discusión, que el verdadero enemigo lo tienen enfrente, nada más que por obvias razones ellas no lo entienden.
     —¿Enserio entiende lo que dicen los demás pokémon?— Anna se veía bastante sorprendida, como si ver a un pokémon hablar no era suficiente.
     —Ella es una excelente traductora, los pokémon entienden el idioma con el que les hablamos, sin embargo nosotros no podemos entender lo que ellos nos quieren decir.
     —Si, pero, yo creí que cada tipo de pokémon tenía su propio idioma.
     —¡Oigan!.— Grita Nadia. —No nos ignoren, eso es muy grosero.
     —¿Y robarse las pokebolas no?— Pregunta Norian sarcásticamente.
     —Somos el Equipo Rocket, nuestro trabajo es robar pokémon raros y llevárselos a nuestro jefe para su colección.
     —Que por cierto.— Compone Diana. —Esa Vaporeon también nos la vamos a llevar, de hecho, es la razón por la cual estamos aquí.
     —¿Yo?—Aqua queda asombrada. —¿Por qué? O sea, si me siento halagada porque me tomaron en cuenta, pero ¿Por qué yo?
     —Tampoco te creas tan importante.— Dijo Diana un poco molesta y de nuevo con ese tono de egocentrismo —Solamente te queremos porque sabes hablar, y eso ningún Vaporeon más sabe hacer.
     —Oh, por cierto.— Nadia saca una pequeña esfera de su bolsillo y la tira en dirección a Aqua. —¡Atrapa eso!

     Aquella pequeña esfera de metal cayó justo enfrente de la Vaporeon mientras brillaba, tirando varias luces hacia todos lados anunciando que pronto explotaría, cosa que no ocurrió cuando quedó en el suelo y se apagó.
     —No quiero ser pesimista.— Dice Aqua. —Pero creo que tu bomba se...

     No pudo terminar la frase cuando de repente la esfera se separa y se expande rápidamente creando una red de goma que la atrapa, dejandola completamente inmovilizada a excepción de su cabeza.
     —¡Mamá!— Norian se acerca rápidamente hacia Aqua, pero es detenido por una Hoja Navaja de Leafeon
     —¿A dónde crees que vas con nuestro tesoro?— Pregunta Nadia.
     —¡Dejen a mi madre en paz!
     —Que curiosos son los chicos, se encariñan con algo y ya lo sienten como de la familia.
     —Eh.— Diana le susurra a su hermana. —Creo que lo está diciendo demasiado enserio.
     —Espera. ¿No estás bromeando?— Pregunta un tanto escéptica.
     —¿Sobre si es mi madre? Sí, si lo es.
     —Ay.— Aqua se sonroja y mueve la cabeza de un lado para otro con ternura y pena. —Me encanta cuando dice eso.
     —¡Bueno ya está!— Gritó Nadia. —Diana ya dile a Leafeon que vaya por ese Vaporeon.
     —¡No lo creo!— Anna de su cinturón saca una pokebola, que luego de hacerla grande la lanza al aire. —¡Iris aparece!.