Esa Pequeña Lacra

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Adonis se sentía extraño.

Como si alguien estuviese por allí pero cuando volteaba a ver a otros lados, no veía nada, como un espíritu o algo así.

No le dió la mayor importancia y caminó más, adentrándose en el bosque.

Afrodita estaba tranquila, al lado de su querido Adonis, quién parecía estar más distraído de lo normal.

¿Pasa algo mi principito? comentó Afrodita con preocupación.

No mi diosa, solo estaba viendo pero no es nada importante.

Solo se encogió de hombros pero de todos modos siguieron caminando.

El cielo, estaba perfecto, el color celeste era impresionante bello y lleno de nubes, que se miraban esponjosas desde la distancia.

De repente suena un especie de trueno, que significaba, una reunión urgente en el Olimpo.

La diosa le informó a su novio, sobre la situación.

¡Vamos! Te voy a llevar a cada en un instante.

¡No! Yo quiero quedarme.

¿Estás seguro querido? lo vió a los ojos.

Tranquila mi amada, estaré bien, te lo prometo.

Ambos se despidieron con un beso y un corto abrazo.

Ella se fue, algo desconfiada, puesto que, tiene una sensación extraña; como una premonición, de que algo no estaba bien o qué algo sucedería.

Probablemente solo era su imaginación o algo así.

No es que Afrodita, no confiará en él, es solo... que ella sabe que hay dioses o criaturas extrañas, que podrían hacerle algo y al quedarse solo, temía que alguien lo lastima se o algo peor.

Pero bueno, decidió confiar, en que todo estaría bien y se fue de allí, con su aura un poco tranquilo.

Mientras tanto, con el ojos verdes.

Adonis, se encontraba aburrido, buscando cualquier animal que pudiese cazar.

Pensó que sería divertido pero solo estaba caminando sin un rumbo fijo, por lo que decidió, descansar bajo de un árbol.

Se acostó un rato, todo estaba muy callado y silencioso.

No tardó para caer en los brazos de Morfeo y quedarse dormido.

Aunque no duró mucho, puesto que, un sonido particular se hizo presente.

Unos arbustos, sonaban fuertemente, como si alguien o algo, estuviese por allí.

Y era correcto.

Un jabalí, se encontraba escondido y cuando Adonis, se despertó, no dudó ni un segundo, en ir a cazarlo de inmediato.

El animal, al verse amenazado, empezó a correr y el muchacho, fue a seguirlo.

Parecía que ese jabalí, era muy atlético, porque éste esquivó, cada golpe del joven.

Adonis, se preguntaba, ¿Como era posible que un animal tan grande como es ese jabalí, fuese tan rápido?

Como fuera eso, el animal se escondió detrás de un árbol, el joven no se rendiría, sin dar pelea.

Está justamente, está siendo vista por la diosa del inframundo, que estaba entre: sorprendida, asustada y curiosa.

Por fin, había encontrado a su mortal favorito y lo observaba con detenimiento.

También notó a ese jabalí.

Se le hizo muy curioso, como ese animal era tan veloz y ágil.

Aunque realmente, no se cuestionaba bastante, ya que, ella misma mandó al jabalí.

Espero que puedas, atraerlo hasta mí.... Ares.

Sí. Ese jabalí, era el muy guapo pero violento, dios de la guerra.

Pero, ¿Como es que llegó a esa situación de ser cazado por esté mortal?

No es que, fuese convertido por algún otro dios como castigo o algo así.

Sino que, el es un jabalí por desición propia.

De hecho, eso fue lo que pensó (como plan), cuando Perséfone le contó sobre algo.

Ella lo mandó a llamar, unos días atrás y le dijo, que Afrodita estaba depositando todo su amor en Adonis y que no tenía pensado, en regresar con él.

Esto lo enfureció, puesto que, ¿Como era posible que la rubia, lo cambiase por ese “mortalucho”?

Esto lo enfureció, puesto que, ¿Como era posible que la rubia, lo cambiase por ese “mortalucho”?

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Estaba celoso y paranoico.

Se escapó de su vivienda y fue a buscar, al sujeto que le estaba robando a “su” Afrodita.

Y cuando logró localizarlo, su sangre, hervía con tanta ira.

Y cuando logró localizarlo, su sangre, hervía con tanta ira

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¿Su plan?

Matarlo brutalmente, esperando que nadie estuviese en la mira, para ayudarlo.

Claro. No le dijo a Perséfone que lo mataría.

Simplemente, se fue de allí, sin decir nada pero se notaba, todo el enojo que irradiaba en esos momentos.

¡Me las pagarás caro, maldito! pensó el dios jabalí, mientras esperaba que Adonis, se adentrará aún más en su trampa.

Sin duda alguna, Afrodita aún se sentía mal por dejar a su amado solo.

La conciencia, la estaba matando, por lo que, cuando acabase la reunión, iría lo más rápido, a ver a su amado.

Esperemos y Afrodita, tenga el tiempo para salvarle la vida...

┗⁠(⁠•⁠ˇ⁠_⁠ˇ⁠•⁠)⁠―⁠→ Continuará...

ʙᴇʟʟᴇᴢᴀ ᴄᴀᴘᴛᴜʀᴀᴅᴀ╏ℙ𝕖𝕣𝕤𝕖́𝕗𝕠𝕟𝕖×𝔸𝕕𝕠𝕟𝕚𝕤×𝔸𝕗𝕣𝕠𝕕𝕚𝕥𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora