ʙᴇʟʟᴇᴢᴀ ᴄᴀᴘᴛᴜʀᴀᴅᴀ╏ℙ𝕖𝕣𝕤𝕖́𝕗𝕠𝕟𝕖×𝔸𝕕𝕠𝕟𝕚𝕤×𝔸𝕗𝕣𝕠𝕕𝕚𝕥𝕒

Confrontación

—Ares— dijo simplemente la diosa amorosa.

El dios guerrero, por fin había logrado escaparse de las garras de su valiente pero chiflada esposa, ya que, por muchos y muchos años, lo mantenía solo para ella, incluso lo obligó a ser buen padre de su hijo, Enialio.

También estar en las guerras todos juntos, aunque de eso no se quejaba mucho.

Por lo que ahora, quería pasar tiempo con su amada rubia, después de tanta espera, poder hablar con ella, sin tener a ese “verdugo” le hacía sentir mucho mejor.

—Afrodita— sonrió, aunque su cuando sonríe, da miedo.

La diosa rubia, extrañaba y aún quería a su primer amor... Pero realmente, era tan poco del gran amor y desdén que le tenía a su Adonis.

Aún así, los recuerdos juntos, la invadieron de inmediato.

A ella se le ocurrió preguntar —Mmm ¿cómo va tu vida de casado con Enio?—

La cara de Ares pasó de estar contento, a una seria.

—Ah ni la menciones a esa, que me ha costado mucho irme sin que estuviera espiando me cada 2 minutos— escupió con ira, recordando a su esposa pero luego cambio el tono al hablar —Pero aquí lo importante es que tú y yo, nos volvemos a encontrar, después de un largo tiempo~—

Él, pone una de sus manos en el rostro de Afrodita y le acaricia la mejilla suavemente.

La diosa se sentía un poco incómoda con esa acción pero no evitó un sonrojo que salió de la nada.

—Oh basta Ares jaja— rió nerviosa, dando un retroceso de un paso.

El dios, avanzó un poco más.

No se rendiría.

Esa noche quería algo con ella, si saben a lo que me refiero.

—¿Vas a decir que no me extrañas contigo?— preguntó Ares, con el ceño fruncido.

La rubia estaba callada, había dioses ahí pero todos estaban en sus propios asuntos.

Miró a su ex amante a los ojos, realmente era extraña la sensación.

¿Lo quería? Sí.

¿Como amante o pareja? Realmente... No.

Apreciaba mucho al dios guerrero y a todas las cosas que vivieron juntos pero ella simplemente lo ha superado.

Tanto tiempo sin verlo, ni tener noticias de el, la afectó mucho pero parece ser, que ya parece no tenerle el mismo cariño de antes.

Lo superó, todo ese tiempo, sin darse cuenta.

—Tengo cosas importantes que hacer y tú, también tendrás las tuyas, así que... me retiro— respondió con frialdad.

Tomó la mano de Ares y la soltó, con delicadeza, de su cara, dispuesta a irse.

El sujeto estaba incrédulo.

¿Esta es su Afrodita? Porque estaba dudando de eso en ese momento.

El tiempo la ha cambiado bastante, no físicamente (por que sigue siendo igual o aún más hermosa), si no, en su carácter.

Su manera de estar, era muy diferente a la que estaba acostumbrado. Nunca la vió tan fría con él.

Se negaba a ser rechazado, más cuando se trataba de la mujer con quién tuvo un gran pasado, tiempo atrás.

La diosa se retiraba con rapidez pero con alta elegancia.

—¡AFRODITA!, ¡REGRESA AQUÍ!, ¡NO PUEDES HACERME ESTO!— gritó, sin importar que alguien le llámase la atención.

La diosa, volteó la cabeza, para responder con un “Lo siento” marchándose de allí.

Ares estaba enloqueciendo.

Estar tanto tiempo esperando a que Envió lo dejase en paz, para cuando fuera a buscar a su ex amante, está le correspondiese fríamente.

No. El se negaba a creerlo aún, por lo que pensó, en una manera de descubrir si ella estaba tramando algo.

Su aura está nerviosa y con cierto toque de misterio, dedujo que había algo entre manos y el lo descubriría.

No sería ese día pero mantendría a esa diosa vigilada para ver qué ha cambiado en todo ese tiempo.

Iría ahí mismo ha tomar notas e investigar, pero rápidamente, fue sometido por su cariñosa esposa, quién lo encontró después de un largo rato.

Al parecer Ares “desaparecio” todo ese tiempo y mantuvo a Enio muy preocupada por el.

El dios guerrero, sabía que no tendría la oportunidad de escaparse esa vez, por lo que, accedió a retirar de allí con su mujer.

*Esto no se quedará así Afrodita, descubriré que te pasa y lo motivos del por qué lo haces* pensó Ares, siendo abrazado por su esposa, que no estaba al tanto de esta situación.

Mientras tanto, la diosa amorosa, se fue a buscar a su amado Adonis, esperaba que él se encontrará bien y que nadie le haya hecho algo...

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