Capitulo 9: La bestia se ha despertado

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- ¿No? - soltó una risa cargada de malestar - Lo estás tocando. Te estás pasando de la raya con él, si no quiere verte entonces lárgate de mi bar.

Estas palabras fueron un duro golpe para Lan WangJi ¿Wei Ying no quería verlo? ¿Por qué? ¿Lo asustó aquel día que se encontraron por primera vez? ¿Quizás... Se dió cuenta que estaba viendo sus fotos y se disgustó? Ahora el enojo moderado del Lan había sido reemplazado por una profunda incertidumbre.

Tan débil, tan frágil ¿En qué lo había convertido el amor? Nada bueno por lo visto, pues con vanas palabras el hombre frente a él lo desarmó por breves momentos.

Debía arreglar ese mal entendido de alguna manera, aún si sus habilidades sociales no eran las mejores, debía darle un fin a eso. Era ahí donde renegaba en contra su propia juventud, pues de haber socializado más esto no estaría pasando.

- Solo estábamos conversando - dijo serenamente el chico de ojos dorados. Su apellido no estaba por adorno y nada más, sin necesidad de ir más allá, recobró la compostura - No tengo malas intenciones. - una mirada desdeñosa fue lanzada al menor.

- Él no quiere conversar contigo, y mucho menos volver contigo - Jiang Cheng se puso en frente de Wei Ying para impedir cualquier acercamiento de aquel tipo - No permitiré que juegues nuevamente con mi hermano.

- ¿Jugar con él?

Wei Ying, que seguía con la boca abierta siendo el espectador, reaccionó al darse cuenta del por qué el accionar de su hermano era tan bestial.

¡Él creía que Hanguang-Jun era su ex!

»Seguramente Shijie lo vió y dedujo que era él por la descripción que le di, sin duda es muy astuta. Pero... ¡Hanguang-Jun va a matarme si se entera que usé su nombre para algo así!« pensó Wei Ying entrando ya en pánico. Los pensamientos del joven se movían a mil por hora, craneando miles de soluciones al problema actual.

Tosió fuerte para capturar la atención de ellos antes de que comiencen una pelea, y dijo - A-Cheng, tranquilízate. No es lo que piensas.

- Te estaba amenazando, ¿no? Ví claramente cómo te tenía agarrado. Voy a romperle las piernas si es que-

- ¿Ah? No, no - lo interrumpió - Él no me estaba amenazando, solo estábamos hablando de... - miró hacía un lado - Mi deuda.

Jiang Cheng elevó una ceja y respondió burlescamente - ¿Qué tiene que ver él sobre la deuda que tienes? ¿Acaso piensa pagarlo?

- No es-

- Efectivamente - interrumpió Hanguang-Jun antes de que Wei Ying pudiera terminar de responder, captando la atención de ambos chicos que lo miraron sorprendidos. Y entonces, volvió a mostrar los fajos de dinero que traía en su mano - Estoy dispuesto a cubrir toda su deuda ahora mismo. A cambio... Solo quiero estar a solas con él - ahora la mirada desdeñosa del joven maestro era reemplazada por una insistente dirigida al joven de dicha deuda.

Wei Wuxian se quedó mudo ante está revelación.

Los ojos de Jiang Cheng brillaron al ver tal exquisito botín frente a él, que sin duda era muchísimo más de lo que tenían en deuda, y se le olvidó absolutamente todo. Del por qué estaba enojado, del por qué había sido tan faltoso con este buen hombre tan caritativo y piadoso de pulcro aspecto, y sin dudarlo más tomó todo lo que le ofrecían sin miramientos.

- ¡¡Por supuesto, acepto!!

- ¡¿QUÉÉÉÉ?! - preguntó Wei Ying, confundido por el cambio tan radical que tuvo la actitud de su hermano.

- Cómo el manager de Wei Wuxian les reservé una habitación en el segundo piso - mintió tranquilamente mientras contaba el dinero que ya traía en sus manos - Es zona exclusiva, porque es la habitación del endeudado en cuestión. Es la que está al final del pasillo de puerta roja, al costado está la mía pero está vacía así que nadie los molestará.

Me Enamoré De Un Criminal Where stories live. Discover now