C A P Í T U L O 24

Začít od začátku
                                    

No había ningún arcoiris pero aun así, Velaris, brillaba con una luz distinta. Brillante y apetecible.

Mi corazón estaba destrozado dentro de mi pecho.

¿Cómo podía haber olvidado todo aquello?, volví a mirar a mi madre, a estrellar mi pequeño cuerpo contra el suyo, ¿cómo podía haberla olvidado a ella?

—Mi pequeña, mi dulce Velaris —Su voz era como una melodía que había temido recordar, una que hacía temblar ada fibra de mi cuerpo —Mi dulce y adorada Velaris.

No quería despertar.

Te quiero —Sollocé para ella.

No quería dejarla de nuevo.

No la abandonaría esta vez.

—Yo también te quiero mi niña. Te amo.

×         ×         ×

El dolor persistente en cada hueso de mi cuerpo fue lo primero que pude percibir, el olor a madera fue lo segundo.

Un quejido brotó de mi garganta cuando trate de moverme, aun sin ser capaz de abrir los ojos, sin tener más fuerzas que las necesarias para despertar por unos simples instantes.

—Descansa criatura —Aquella voz —Aún necesitas descansar.

No objeté, mi cuerpo no opuso resistencia cuando un toque cálido me bañó el rostro y me impidió abrir los ojos. Estaba tan cansada.

Tan, pero tan cansada...

×          ×          ×


Hacía frío, muchísimo frío. Mi cuerpo se sentía entumecido, y si no fuera por el dolor penetrante en mis huesos apenas sería consciente del mismo.

Yo conocía este lugar, a pesar de que no había nada que ver, nada que tocar, nada que oler o sentir. Solo un frío y una oscuridad constante, opaca, como el interior de una bestia sin corazón.

Este lugar, yo había pasado mucho tiempo aquí dentro.

—¡POR FAVOR AYUDA! —No conocía aquella voz.

Era suave, pero llena de un horror sin igual, una súplica desesperada que sonaba tan, pero tan dulce.

Yo también necesitaba ayuda. Yo también podía gritar pero, mi voz no sería escuchada. Lo sabía, como si algo en mi interior me dijera que ya había tratado de rogar desesperadamente, sabía que nadie podría escucharme.

La oscuridad se movió, y yo con ella, avanzando en un camino que se sentía horriblemente doloroso.

—¡POR FAVOR! ¡DETENTE! —Más ruegos, más gritos.

Gente horrorizada, gente que gritaba llena de dolor y pánico.

Tan delicioso.

La oscuridad siguió hacia delante y entonces lo ví, como se disipaba ligeramente y algo entraba en ella. Una figura menuda, que sostenía algo contra sí misma. Estaba temblando arrodillada en el suelo, su espalda se elevaba y bajaba con violencia como si no pudiera respirar, como si nada que a mi me rodeaba a ella la estuviera ahogando.

—Por favor...—Estaba llorando —Por favor.

Me acerqué. Supe que fui yo y no la niebla porque el frío que me envolvió y el dolor se hizo más presente.

—Por favor, detente...

Extendí mi mano y el tacto con su hombro se sintió ardiente, un fuego frío que congelaría hasta la muerte a cualquiera. La persona se giró y el rostro dulce, joven y femenino que me observó era uno que no conocía.

Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]Kde žijí příběhy. Začni objevovat