" no osos " Juan 2022

9.6K 1.1K 901
                                    

Juan al ver a el mismo nutria enojado soltó una risita nerviosa, la nutria se acercó al hechicero.

— Agradece que no puedo golpearte pedazo de pendejo, porque eso es lo que eres.

— BUENO PERO ES QUE, está vez fue mi culpa, la otra vez fué un accidente.

El oso parpadeo un par de veces confundido. — para, para.. ¿Ya habían interactuado?

— si, este pedazo de pendejo ya había estado aqui antes de ir a la dimensión oscur- ... ¿Spreen? — la nutria miró al oso pelinegro con cara de preocupación para luego ver al hechicero. — no me digas que tu y él...

Ambos chicos se miraron desconcertados, y Juan no sabía que decir realmente, estaba apunto de hablar cuando el oso tomó la iniciativa.

— ¿Eh? para flaco, aguanta un toque, estamos aqui porque el pelotudo de Juan solo sabe hacer trucos falsos con cartas hizo mal un conjuro y terminamos atrapados aqui juntos, se suponía que yo iba a ir a tomar un descanso en otra dimensión.

La nutria colombiana de nombre Parce nutria soltó una carcajada, sacando un cártel.

' enemies to lovers, Juan, tienes que aceptarlo. '

La nutria y el hechicero negaron al mismo tiempo. — JAMÁS.

— No a spreen, es un argentino culero. — dijo juan nutria, mientras negaba varias veces con su cabeza.

— No me gustan los osos, y menos esperen.

El oso suspiró rodando los ojos. — ¿qué decís? tu ex esposa es un oso.. osa, déjame de romper las pelotas, además que concuerdo, jamás me gustaría un mago de cumpleaños, es ridículo.

Eón soltó una pequeña risa mientras miraba a los dos jóvenes y a la nutria de cinta roja.

' bueno voajeros.. ¿desean algo de comer? deben tener hambre de un viaje tan largo hasta aquí. '

Los tres dejaron se discutir para que los dos chicos asintieran mientras la nutria se acercaba a su amiguita nutria.

— Ven parce nutria, acompáñame al casino del argentino ese.

La nutria colombiana asintió y ambas nutrias se fueron del lugar, mientras que Eón y el resto de nutrias entraban en la casa, para luego la nutria argentina les diera algo de comer a los dos jóvenes que ambos recibieron gustosos.

El oso soltó una carcajada mientras se sentaba en el suelo y así poder comer un poco de lo que les habían dado.

— ¿De qué te ríes, oso esquizofrénico?

— De lo ridículo que sería que vos y yo fueramos algo. — respondió con una risa y sin pensarlo demasiado.

El hechicero soltó una pequeña risa ante eso. — Si, supongo que si, sería tonto porque yo ya salgo con tu mamá.

— Y yo con tu abuela.

— No tengo, Spreen.

— Si tenés, muerta pero tenés.

Una carcajada por parte de ambos salió ante aquello, mientras Juan también comía de lo que le habían dado y después mirar aquella fogata encendida.

— Lamento que tus vacaciones no salieran como querías. — dijo en un tono algo triste y serio, soltando un suave suspiro, pues la culpa volvía a consumirlo.

El oso notó esto, y pasó su mano al hombro ajeno para tratar de calmarlo. — Che, no importa, igual esto me ayuda a no pensar en todo eso, así que cumpliste tu parte de distraerme de todo lo que pasó, gracias gafotas.

El de anteojos se recostó en el césped mirando el cielo estrellado. — Me sorprende que me pidieras ayuda a mi a escapar de tus cosas en vez de a tus amigos como carre o betra, incluso rob.

El oso hizo una mueca de disgusto, quitándose las características gafas de sol que siempre llevaba. — Nah, Carrera y Robleis están ocupados con su matrimonio, Betra solo se burlaría de mi. Creo que eres el único maduro que puede entender mi situación actual.

El hechicero sonrió ante aquello, aquel cumplido le hizo sentirse realmente bien, y no sabía el porqué, últimamente era cierto que empezó a convivir más con el oso, y aunque al principio fue una tortura interna, ahora parecía un poco más cómodo con su presencia. — Lo sé, soy lo mejor que puede existir en este mundo.

El oso rodó los ojos pasando su vista al hechicero con una ligera sonrisa, y Juan, sintió que se perdió en esos ojos hermosos a su parecer, solo pudo contemplarlos con una sonrisa tonta en sus labios, contenplando cada facción del oso, notando lo realmente atractivo que este era. — Tengo la duda de porqué usas lentes todo el tiempo.

El oso que miró todo este tiempo algo desconcertado al hechicero ante el repentino contacto visual por unos momentos, desvío su mirada hacía la fogata, sintiéndose algo inquieto. — No me gusta el contacto visual, ni menos mis ojos, siento que hacen que los demás dejen de temerme.

— ¿Te gusta que te teman? — preguntó curioso el mago, mientras su mirada seguía centrada en el pelinegro.

— Seh, la verdad es mejor eso, así no se meten contigo o sabrán de las horribles consecuencias, con lo de reborn no creo que nadie más se vuelva a meter conmigo. — soltó un suspiro algo pesado mientras ahora su mirada pasaba al cielo estrellado.

— Uhm.. lo entiendo, me gustaría seguir tus pasos, pero incluso si llego a ser malo me van a comparar con mi padre y yo no soy como él.

La mirada del oso pasó al hechicero, y pudo ver que este miraba las hermosas estrellas, y las pequeñas luciérnagas que empezaban a salir y ilumiar mejor el rostro del mayor, y obviamente el oso notó eso. — He escuchado que últimamente te juntas demasiado con el profeta, dicen que te estás convirtiendo en un Drako rojo.

— Ugh.. no, nadie nota lo que trato de hacer, todos piensan que estoy del lado de profeta ahora. — Su mirada algo decepcionada pasó al oso. — Yo lo único que quiero es que los pueblos se lleven mejor con el profeta, y así todos estaríamos contentos y bien, pero todo el mundo me lo hace más difícil haciendo sus pendejadas de insultos hacía mi padre y hacía mi, llamándome su mascota, que esto, que lo otro.

El argentino escuchó atentamente a lo dicho por el hechicero, empezando a empatizar un poco, para después soltar una pequeña risita ante eso. — Boe, yo no era el único que necesitaba un descanso al parecer.

Ante aquello, el castaño cayó en cuenta de que era cierto, últimamente solo se había centrado tanto en salir de ese lugar junto a Spreen que había olvidado totalmente el tema del profeta hasta ahora, miró al oso con una gran sonrisa en sus labios, sintiéndose algo mejor. Spreen solo pudo mirarle, contemplando aquella sonrisa, que aunque antes ya había visto muchas de esas, sentía que ahora era.. distinto, debido a que esta sonrisa iba dedicada a él, y solo a él, sus mejillas se colorearon ligeramente, y sintió un extraño calor viniendo de su pecho, como si eso era lo que necesitaba para poder respirar, « Este chico brilla más que el sol. » pensó mientras sus orejas se movían ligeramente, y aquella bolita de pelos llamada cola de oso, empezó a moverse inquieta. De los labios del castaño salió un. — Tienes razón, estar contigo no es tan malo como pensaba.

El pelinegro desvío rápidamente su mirada hacía otro lado, tratando de calmar la sensación, la extraña sensación que no había sentido antes, y sentía ahora la necesidad de causar más de aquellas sonrisas y no sabía exactamente el porqué. Negó varias veces mientras tosía de manera disimulada para calmarse un poco más. — Ahh, chupala pendejo de mierda.

┈┈ =͟͟͞♡

LLORÉ ESCRIBIENDO TODO ESO 😭😭😭 y Spreen re romántico.

D paso quiero agradecer de una vez por el apoyo q está recibiendo el fanfic y más que les guste, gracias d verdad

A place for you and me | -·★ spruan ★·-Where stories live. Discover now