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— te I love you Quackity — se despidió Luzu con el lindo patito entre sus manos

— I love you very much, goodbye — dijo el pelinegro de bonita sonrisa con el corazón entre las manos ¿Luzu lo odiaría después de esto?

Se abrazó a si mismo cuando escuchó la puerta cerrarse, la noche era fría y les esperaba un largo viaje, casi nacía el pequeño de Staxx y esperaba regresar a tiempo para verlo, pero no sabía si regresaría con la chica, aun no creaba una buena excusa para que supieran porque la chica no regresaría ¿cómo le diría a Rubius que la pequeña niña que recogió se había quedado en el lugar del que escapó?

Comenzaba a sentirse culpable, pero la culpa nunca te lleva a nada, no debía crear mas lazos emocionales, sabia que ser emocional destruía todo, y sabía que Rubius podía considerarse parte de la autoridad en ese momento, peor no podía bajar la cabeza, tenia que mantenerse firme ante la autoridad, su orgullo era lo único que lo llevaría lejos, es lo único que se llevaría hasta su muerte, confiaba en Luzu, pero debió enseñarle a T/N que no podía confiar en nadie, todos son una sopa de veneno, cada ser humano se interesa pos si mismo y nadie jamás pensara a ti, jamás pondrán sus intereses sobre los tuyos, trataras con traiciones todo el tiempo y, claro, necesitaba una venganza exitosa, porque si no lo lograba, las consecuencias serían un desastre, le daría a su hermano en donde más le duele, aun si esto significaba sacrificar a más personas, el mundo esta hecho para los más fuertes, para los que son capaces de todo para conseguir lo que quieren y él era capaz de lo que sea en este mundo para mantener a sus seres queridos con vida, el mundo se dividía en dos, en Alexis y Quackity de Las Nevada, y aunque la venganza nunca lo vale, es mejor vivir bien a vivir con miedo, el legado es todo lo que dejas atrás en este mundo, tenía a un pequeño pato, a Luzu esperándolo en casa, a su hermano, a sus ex prometidos e, incluso si la traicionaba, tenía a T/N, había dejado una gran huella en la vida de muchas personas que seria difícil de borrar y todos tendrían que vivir con ello, él ya no tenia nada que perder, su hermano le había arrebatad0 todo lo que deseaba en este mundo, su linda boda, su casa, su familia y su libertad, no dejaría que lo siguiera amedrentando.
Se armó de valor y caminó hasta la casa del oso, ahí la chica lo esperaba con una linda sonrisa, una mochila, un short cómodo y una camisa que le quedaba grande, suponía que era de su padre pues era demasiado grande para ser de ella.

—¿nos vamos?— preguntó la chica acercándose y dejando un casto beso en sus labios

—vámonos, que la noche se terminara antes de que te des cuenta y tendremos que regresar

Recibió por respuesta un pequeño asentimiento, la pequeña T/N jamás dejaría que su padre se preocupara por ella y una pequeña nota que descansaba en su cama era la prueba de ello, "salí con Quackity, regreso en la mañana, no te preocupes si tardo un rato mas, te contaré todo cuando regrese, de verdad querrás saberlo, papá, te amo, eres lo mejor que me ha pasado, firma T/N"

En la maña Rubius leyó esta nota... T/N aún no había regresado.

Who si he? (Quackity y Tu)Where stories live. Discover now