Capitulo Cuatro

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Al día siguiente Sakura fue primero al Gym y al terminar su rutina fue a la casa de Sasuke.

Tocó el timbre y el pelinegro abrió. Ella se sonrojó. Sasuke solo tenía puestos unos overoles y tenía el torso desnudo.

- Ho...la vi...ne a seguir ay..udan...dote - dijo tartamudeando. Él le dio una leve sonrisa.

- Claro princesa. Pasa. A penas voy a iniciar - dijo dejándola pasar - Te veo muy feliz a que se debe -

- Sasori se fue del país. Va a estar fuera por más de un año -

- Son buenas noticias. Entonces aplazaron la boda - ella asintió.

- Hoy traje mi ropa de trabajo - dijo con alegría.

Sakura se fue a cambiar y luego fue hacia donde estaba trabajando el pelinegro. Lo encontró trabajando en el techo interior del bus. Estaba midiendo.

Sakura lo ayudó a medir. Sasuke ya tenía el plano de toda la distribución en el bus. Ella estaba impresionada. El pelinegro había distribuido perfectamente los espacios.

La sala de estar. La cocina. El baño. Cuartos. Y almacenamiento.

- Sasuke. Distribuiste muy bien los espacios. Pensaste en todo - dijo la pelirrosa.

- Supongo. Haber estudiado Arquitectura funcionó también a mi favor -

- Con razón es excelente. Aunque debo decirte que eres muy bueno -

- Gracias -

- Puedo ayudarte con las cortinas para el baño y las ventanas. También para las sabanas de los colchones -

- Está bien. Aunque aún hay tiempo para eso. Por el momento es terminar el techo -

La pelirrosa asintió. Sasuke incluso había elevado el techo del bus. Era mucho más alto de lo normal. Era lógico después de todo. Sasuke es alto. Mucho más alto que Sasori.

Ellos terminaron de medir para colocar el techo. Salieron. Y ayudó al pelinegro a cortar la madera.

Sasuke también había cambiado las ventanas que no se iban a tapar y creo dos tragaluz. Uno en la ducha y otro en el cuarto principal.

Sakura había convencido a Sasuke de colocar también un horno. Alegando que también podía hacer comidas especiales aunque estuviera en una casa rodante.

Pasaron todo el día colocando el techo y luego pintando. Hasta que se hizo de noche y él le pidió que se quedara a cenar.

Sakura se fue a dar un baño y luego se cambió. Mientras el pelinegro hacía la comida. Ella quiso ayudar, pero se negó ya que ella ya había hecho la comida al medio día.

Al terminar de hacer la comida el pelinegro se fue a bañar. Cuando ya estuvo listo, bajo y vio a la pelirrosa acomodando la mesa.

Sasuke fue por la lasaña, y la colocó en el centro de la mesa para empezar a servir.

- Es una lasaña mixta de pollo y carne molida con mucha salsa de tomates y queso -

- Suena delicioso. Huele delicioso - dijo mirando la lasaña.

La pelirrosa recibió su porción muy ansiosa. Cuando la probó. El sabor era asombroso.

- Esto está riquísimo. Cocinas mejor que yo - el pelinegro le dio una leve sonrisa.

- Mi madre deseaba una niña a la cual le pudiera enseñar sus recetas, pero en vez de una niña nos tuvo a mi hermano y  a mi. Así que nos enseño todo lo que ella sabía al igual que mi padre hizo con nosotros -

- Vaya eso suena interesante. Y dónde está tu hermano no lo vi ayer y tampoco hoy -

- Mi hermano es un Chef de Repostería. Le encantan los dulce -

- Interesante. Por cómo lo dices no deben gustarte los dulces. ¿Cierto? -

- No. No me gustan los dulces -

- Que es lo que te gusta... - dijo degustando la deliciosa lasaña - Te gustan los tomates. Esto tiene bastante tomate. Y hace que la lasaña sepa mucho mejor -

- Si me gustan mucho los tomates -

Continuaron comiendo y teniendo una leve plática. Aunque la que hablaba más era ella. La pelirrosa se despidió dejando a un pelinegro perdido en sus recuerdos cuando la vio entrar en el taxi.

Sasuke iba conduciendo su automóvil cuando de repente vio salir a muchas chicas de un lugar. Era para niñas ricas de la sociedad. Ese lugar les enseñaban a cumplir con los estándares de una esposa perfecta.

Todas las chicas que salían llevaban una sonrisa presumiendo lo bien que les iba y hablando mal de una chica en específico que todo lo hacía bien. La tenían apodada pelo de chicle y frente de marquesina.

Cuando todas las chicas terminaron de salir al final venía una pelirrosa con una mirada perdida y llena de tristeza.

Eso le había intrigado. Como era que ella estaba infeliz si estaba haciendo lo que toda niña rica hace.

Días después otra vez la había visto con el mismo semblante. Siempre triste. Entonces lo entendió. Era una chica que no la dejaban hacer lo que quería. Vio como la recogían exacto al momento que terminaba sus clases.

Dos años habían pasado desde ese día y esporádicamente se encontraba con la chica. Y un día la vio feliz cuando salía del Gym. Él teniendo curiosidad de la repentina felicidad de la hermosa pelirrosa. Entró para averiguar.

Solo tuvo que coquetear con la recepcionista y ella le dijo que la pelirrosa practicaba Yoga y Kickboxing. Eso le había sorprendido.

Y más cuando la vio hacer el curso de manejo para manejar maquinaria pesada. Eso le hizo sonreír ayudaría a esa princesa a salir de su zona de confort.

Por eso cuando escuchó sobre la fiesta de fin de año. Decidió colarse en la fiesta. Y para su suerte ella llegó. Lo que sí noto es que tenia un leve sonrojo en la mejilla.

Eso lo hizo enfurecer. Probablemente el imbecil de su prometido la había golpeado. Pero a él no podía engañarlo. Ella era transparente para él.

Espero que ella se alejara del pelirrojo y cuando lo hizo la siguió sin que nadie se diera cuenta y se acercó a ella fingiendo casualidad.

Sasuke salió de sus recuerdos. Y entró a la casa para subir a su habitación y revisar lo que necesitaba para continuar con la construcción de la casa rodante.

- Sakura te daré lo que te han negado toda tu vida. Divertirte - dijo sonriendo viendo una foto de la pelirrosa. Que había tomado sin que ella se diera cuenta. Cuando comía la lasaña.

Amor Libre ✔️Where stories live. Discover now