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[...]
Al día siguiente, JungKook salió de su casa con pesar, pues esa mañana no podría ver a su omega, ya que, de la vez anterior, había aprendido que debía seguir su horario habitual si no quería quedarse atascado en el tráfico de la carretera.
Mientras caminaba hacia la estación, su celular vibró en sus bolsillos, siendo la causante una llamada entrante de parte de TaeHyung. Volvió a guardar su celular y contestó por medio de los audífonos inalámbricos que llevaba colgados en el cuello.
—¿Cómo amaneció el Alfa más guapo y pervertido del mundo? —habló el rubio con un tono divertido, haciéndole rodar los ojos.
—Con frío. —respondió de todos modos, escuchando una risa del otro lado de la línea.
—Aceptaste lo de pervertido.
—¿Acaso tengo otra opción?
—Hmm, en realidad no. —Jeon resopló, sonriendo hacia el piso. —¿Qué haces?
—Estoy yendo a tomar mi carro. —contó, luego saludando a unos vecinos que pasaban por su costado. —Necesito tomar uno antes de que se forme el tráfico, tengo que terminar unas tareas y modificar un poco el concepto de mi bitácora. Y me acabo de acordar que tenía que comprar tela, mierda. —musitó, deteniendo su andar, pasando su mano por su cabello. —Joder, ¿cómo pude olvidar eso? ¿Y ahora de dónde carajos voy a sacar? —comenzó a quejarse, más para sí mismo que para el chico que lo escuchaba al otro lado de la línea. —Solo tengo de seda y organza, tendría que cambiar las imágenes y el boceto, incluso la descripción.
—JungKook...
—Voy a reprobar. —exclamó cuando asimiló su situación. —Oh Dios, comenzaré el semestre con un cinco. —murmuró, pensando qué podía hacer, olvidando incluso que estaba en una llamada. —Si falto a la primera clase... No, no puedo faltar a esa clase.
—JungKook...
—Ni para pedirle a alguien, nadie usará encaje. —se lamentó internamente por querer ser diferente y usar otro tipo de tela. —¿Qué debería hacer?
—¡Deberías escucharme, grandísimo tonto! —escuchó por fin, saltando en su lugar al escuchar en grito en sus oídos, quedándose en silencio. —Gracias. Te iba a decir que el profe tuvo un inconveniente y nos cancelaron la clase, tengo como tres horas libres. Si quieres dime qué necesitas y yo iré a comprarlo lo antes posible.
JungKook casi le pide matrimonio ahí mismo.
—Te amaré aún más si haces eso por mí. Estoy realmente desesperado. Juro que si veo a un desconocido usando un vestido de encaje, cortaría su ropa y saldría corriendo. —dijo rápidamente, sin notar a una señora que pasaba con un vestido de aquella tela, quien aceleró el paso al oírlo, asustada.
—Mándame un mensaje con lo que necesitas, cuánto, y dónde puedo conseguirlo, desayunaré y me alistaré, ¿para qué hora lo necesitas?
—Antes de las diez, por favor.
—De acuerdo, te aviso cualquier cosa, ve con cuidado y no te preocupes que yo me encargo.
—Gracias, TaeHyung, en verdad. Te quiero. —se echaría a llorar ahí mismo, pero no podía arruinar su delineado.
—También yo, te veré luego.
JungKook suspiró enamorado al colgar la llamada, justo cuando el micro que necesitaba tomar pasó de largo frente a él.
Sí, el azabache corrió detrás, gritando que se detuviera.
...
Jungkook es yo cuando olvido algo que necesito llevar al colegio y me acuerdo cuando estoy de camino 😹😹.
