CAPÍTULO 1

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Narra Kim Jang-mi

Mi madre siempre me había dicho que la venganza y el rencor no dejaban nada bueno, pero yo creo todo lo contrario, el rencor y la venganza nunca salen bien cuando lo haces de manera ruidosa, es mejor hacerlo con sigilo, pensando cautelosamente en cada pisada que das para que jamás vean tus verdaderas intenciones, que el enemigo se retuerza en suspenso e incertidumbre por no saber cuando ni en donde será atacado.

Desde que mi padre dejo a mi madre me volví una persona seria, y fría, nadie aparte de mi madre veía mi lado cariñoso o escuchaba mi risa, al menos no de manera sincera, porque así lo quería, nadie era digno de mi entera confianza, todos buscan manejarme para su beneficio, creen que por ver a las personas solas pueden manipularlas, por eso es indispensable adelantarte y moverlos cuál pieza de ajedrez. Lo sé, se escucha como frase de villano, pero solo es así cuando lo ves de la perspectiva contraria, por eso mi madre me regañaba diciendo que tenía que ser social y gentil con las personas.

De verdad intente seguir su consejo, pero la vida es repetitiva y predecible, estudiar, ir a la universidad, crecer, y buscar un trabajo para después conocer a alguien y casarte, todo eso para triunfar, así que porque gastar tu tiempo intentando agradarle a una bola de ignorantes que no entienden como pensar en grande, siendo limitados por ellos mismos. A decir verdad yo estoy en el proceso de triunfar, a mis 23 años soy una contadora exitosa, pero eso no me es suficiente. 

Y todo desde que supe de él.

-- ¿Escuchaste lo que sucedió? 

Murmuraban las típicas chismosas de mi clase.

-- ¿Qué?

-- Al hijo del CEO de Jang Ga Group lo atacaron, dicen que fue intento de homicidio.

Si bien no me era satisfactorio escuchar sus voces chillantes, su plática ahora me había interesado.

-- ¿Qué sucedió? -- Pregunte, me miraron cuál bicho raro como de costumbre, pero ser las primeras en contar los chismes les pudo más.

-- Nadie lo sabe bien, pero creo que arrestaron al tipo.

No poseía los medios para investigar más profundamente, pero contaba con Internet y la inteligencia para deducir que información era verídica y no manipulada por los medios para dejar a mi "padre" y a sus engendros mimados como los inocentes, además digamos que no se necesita ser poderoso para tener contactos.

Según las noticias, se trataba de un muchacho de la misma escuela que mi "hermano". No fue hasta años después que descubrí que era inocente, aunque en ese momento solo me importaba conocerlo. 

-- Mi nombre es Kim Jang-mi. -- Miraba aquellos ojos que precisan haber sido apagados por un eclipse, no tenían brillo alguno, sin embargo, no parecían tener maldad en ellos.

-- ¿Te conozco? -- Me miraba intrigado, la desconfianza se notaba en su semblante. -- ¿Viniste con tus padres o algo?

-- No me conoces, y cobre un favor para que me dejaran entrar, pero yo a ti si te conozco, dime por qué tu actitud hacia el hijo del CEO de Jang Ga. -- Estuvo a punto de levantarse para retirarse. -- Sé que ellos están ocultando algo, pero ¿Qué tiene que ver contigo? -- Volvió su vista hacia mí.

-- ¿Qué sabes?

-- ¿Qué sé? Creo que la pregunta no es que sé, sino que deduje, si bien no sé por qué o cuáles son tus intenciones, harás todo lo posible para sacarlo a la luz, pero que serás tan ruidoso que ni siquiera presentaras una amenaza para ellos. -- Él solo me miraba tratando de descifrar cualquier señal de desconfianza que hubiera en mí, pero creo que no hayo ninguna, pues no se fue.

Itaewon ClassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora