El ATAQUE INCOMPRENSIBLE

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LYA

—¿Un datapad?—. No era una pregunta.


Herz dice que es de un tal Whertol Nyobi. Ahora mismo no caía en quién era, pero ese nombre me sonaba muchísimo. El bueno de Whertol. Busqué en mis innumerables archivadores de mentales, pero solo encontré que tenía hambre. Chocolate. El sonido del plástico crujiendo entre mis manos. Sí. Mordí la barrita energética y sentí su sabor en mi boca.

—Me suena... sí—, dije—, pero ahora... no me acuerdo...

Oh, estrellas.

Una orgíastica orgía, la estrella nodriza de todas las debixa —orgías— había explotado en mi boca como una tormenta de protones pornográficos. Cerré los ojos para guardar el secreto de aquella perfección gustativa que violentaba mis papilas y dilataba mis pupilas. Ocultos bajo mis párpados, en secreto, mis ojos se volvieron blancos. Para mí, sí. Todo. Se deshacía, qué digo deshacía, se fusionaba, me hacía suya al derretirse en mi boca.

Me acercó con la mano el aparato.

Mi lengua descubría la galleta en el interior. Caramelo. Hidratos, grasas saturadas, kilocalorías, quizá trocitos de bichos. Una ración individual de perfección negra de cacao con galleta y caramelo. El capitán CoruSKY navegaba a la deriva entre mi órgano gustativo una y otra vez. Todo para mí. Volví a meterlo, a suplicarle que se hiciera uno con la Fuerza y conmigo. A la mierda la Fuerza, sólo conmigo. Lo apreté entre mis labios. Azúcar. El caramelo espeso jugueteaba con mi lengua y toqueteaba mi paladar.

Y se acabó.

Todo se tenía que acabar en este plano de la existencia. Igual que la perfección —sobretodo la perfección—, porque era una ración individual. Perfecció en barrita. De chocolate negro como el infierno. Suspiré y acepté que, de la perfección, de toda la perfección del universo, yo tuve esos 20 gramos en mi boca. Hasta la siguiente mordida.

Whertol... no, espera... sí, Werthol Nyobi—, me acordé—. Ahora lo recuerdo. Pero este datapad no es suyo—. Comencé a mirar el historial y las fechas—. Si es de hace cuatro semanas la última entrada, no puede serlo. Werthol Nyobi se mató hace años. Antes de que yo viniera al templo. Y no era un aprendiz de jedi, era un maestro. Así que, o Whertol Nyobi no es Werthol Nyobi, o el que yo digo está vivo y tiene un ciclo invertido de la vida. Pero creo que lo más probable es que alguien lo heredó—, señalé al datapad con la mano sosteniendo el plástico de la barrita—, y lo utilizó después de su muerte sin cambiarle el usuario.

Miré de reojo los huesos que decía Herz, semiocultos entre la maleza alta, pero preferí no verlos. Los huesos de una criatura muerta no eran algo que me interesara. Ni su olor. Estaba en un momento post-perfección de 20g y quería alargarlo lo más posible.

—Este datapad está escrito en varias lenguas—, le dije a Herz mientras desplazaba la pantalla con los dedos—. Así que o tuvo varios usuarios o el dueño—, efectivamente, estaba escrito como Whertol, en vez de Werthol, y Werthol era el nombre del maestro jedi que se suicidó hacía años—, dominaba varios idiomas—. Comencé a leer las primeras líneas—. Espera... hay entradas que están en otro alfabeto... parece alto galáctico.

Era un alfabeto antiguo, utilizado hacía muchísimo tiempo. Lo miré más detenidamente, prestando atención a la pantalla agrietada, intentando salvar los puntos ciegos que habían surgido en él por los golpes y el tiempo.

—Es el alfabeto que se utilizaba en el tiempo de las Guerras Clon—. No me era desconocida la historia antigua. De hecho, a todo el mundo solía gustarle, sobre todo las representaciones de las historias de aquellos personajes cuasi míticos. El viejo Obi-Wan, Yoda, Anakin y Luke Skywalker... Darth Vader... la historia de amor de Han Solo y Leia... y Luke. Era un poco rarito, por eso de que fuera su hermano... pero bueno, otro tiempo y otras costumbres. El incesto no era raro en la historia y aquello no dejaba de ser una era mágica y mítica en la que la verdad y el deseo se confunden de manera diferente en las palabras de cada persona—. No estoy muy segura de en qué idioma está, pero no es el dialecto coruscantí estándar. Probablemente sea una lengua actual: la lengua del tal Whertol, utilizando ese alfabeto para evitar que ojos curiosos entiendan sus secretos. Veré si puedo encontrar algo que nos pueda aclarar su origen.

Jedi Trial: Los caminos convergenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora