Jessica & Tiago PZK | +18 - lanenadeltrap

Cap. 1 - redención.

POV Jessica

Han sido dos años muy duros, ¿y qué ha pasado exactamente? Puede que me haya librado de la policía y por tanto dejar de vivir con estrés, puede que simplemente haya huido de mis sentimientos o... puede que le tenga miedo a amar. ¿Conseguí algo escapándome del pasado?

Ámbar: Jess, ya vienen. - Me giré para verla, se había convertido en toda una señorita. Cuando la conocí era insegura y desconfiada, nadie la reconocería ahora.

Le sonreí y me levante del sillón de la terraza que daba a las vistas de todo el jardín. Acabé mi vaso de un solo trago y ambas fuimos escaleras abajo para ir hacia el recibidor. Ninguna de las dos iba muy elegante, de echo, jamás lo íbamos. Nos daba igual recibir visita de alguien importante.

Ámbar: Voy yo a la entrada... - dijo algo nerviosa, yo la miré con extrañeza.

Jessica: Para eso tenemos a Gabriel. - hablé con firmeza pero sin llegar a ser grosera.

Ámbar: Ya... emmm... igualmente tengo que ir allá que tengo algo que hacer. - observé como se mordía el labio con ansiedad.

Jessica: Sabés que te necesito acá para traducirme el brasileño. - di un paso adelante intentando comprender su actitud.

La chica dejó de mirar a los lados y se centró en mí de una vez por todas, paró y respiro para calmarse. Entonces, sonrió antes de hablar.

Ámbar: No me necesitarás Jess... - expresó con pena.

Y como si nada, se fue por la gran puerta principal. Las dejó abiertas, por lo tanto pude observar lo que estaba pasando desde el interior de la mansión. Tres coches entraron en nuestro terreno, pero no vi ninguno de los furgones llenos de la cocaína que acordamos. Alerté a Gabriel para que trajese los hombres armados gracias a una alarma de seguridad que se encontraba escondida en varios rincones de la casa.

Y entonces, vi como Ámbar abrazó al primero de los desconocidos que bajó del auto situado en el centro de los otros dos. Para ese momento, Gabriel ya había cumplido con sus obligaciones y todos los hombres aparecieron apuntando a los coches.

Jessica: ¡Parem! - ordené a mis hombres en portugués al ver quien era aquel extraño. Salí a paso acelerado al exterior.

??: Lo tenés todo bien montado acá pequeña. - y al principio pensé que se refería a Ámbar, pero al ver que hizo contacto visual conmigo la alegría salió con fuerzas de mi corazón.

Jessica: ... Tiago. - sonreí.

Se acercó a mí y me abrazó con nostalgia y algo de posesividad. Al separarse, pasó una mano por mi mejilla y pude apreciar sus preciosos ojos. Aunque tuve que aceptar que estaba confusa, desde que me fui pensé que todos estaban en contra de mí.

Jessica: ¿No estás enfadado conmigo? - pregunté con sinceridad, él me sonrió haciendo que me calmase.

Tiago: Lo sigo estando Jess, pero gracias a vos mi familia pudo seguir adelante y le diste una oportunidad a mi hermana. - se separó de mí y la miró a ella.

Pero, obviamente, todo tenía que ser un maldito sueño. Estaba harta de que siempre me pasase lo mismo, se me llena el corazón de ilusión y de golpe me despierto en la cama presidencial de mi nueva habitación. Sí, vivía en una mansión, eso no lo estaba imaginando. Cuando me escapé hacia Brasil empecé mi pequeña banda, pero de alguna forma todo fue demasiado rápido y me adineré de un día para el otro. Aunque más bien dicho, de un año para el otro.

Me acomodé en el gran colchón y agarré mi celular para mirar la hora que era, 6 a.m. Llamé a Gabriel, él era el hombre de confianza que me limpiaba la casa. Gabi también me hacía muchos recados, y uno de ellos era el que le iba a pedir ahora.

Gabriel: Diga-me senhorita Tobar. - descolgó y habló a través del dispositivo electrónico.

Jessica: ¿Me podés hacer el desayuno, por favor? - pedí tras sonreír al escuchar su voz.

Gabriel: Vou em seguida. - respondió con un tono dulce y colgó.

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Si tienen alguna incomodidad lectora con los diálogos en portugués, hacédmelo saber y lo traduciré entre paréntesis "( )" al lado de cada oración.

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