El recorrido era algo bastante simple, debíamos cerciorarnos que nadie estuviera merodeando los alrededores de la legión, ningún recluta, o civil, en caso de encontrarlo debíamos sacarlo de la legión y después reportarlo directamente con Erwin.

Debíamos recorrer el lugar un par de veces, si no notábamos nada sospechoso entonces nos retirábamos y eso era todo.

Simple.

Pensándolo bien, nunca había tenido que realizar dicho recorrido a su lado.

Inconscientemente mire a mi compañero, algunos centímetros más bajo que yo, y a su cabello igual de oscuro que nuestro alrededor, por experiencia propia conocía la textura que tenían esas oscuras hebras de cabello, así como la sensación de la piel de sus mejillas al rozar mis dedos sobre ellas.

Aquello me hizo sonreír, para después continuar mirando hacia el frente, no era bueno continuar con tales ensoñaciones a mitad del recorrido.

Sabía que me miraba de reojo, podía notar su no tan discreta mirada, como preguntándome qué hacía.

Lo ignoré mientras continuábamos.

Todos en la legión sabían que el día de hoy nos tocaba realizar dicho recorrido por lo que no era difícil imaginar que si alguien tenía planeado infiltrarse para realizar cualquier tipo de fechoría, no lo haría sabiendo quienes realizarían la guardia.

Una ligera risita abandonó mis labios al finalizar aquel pensamiento, suspiré y comencé a notar el frío que poco a poco había comenzado a envolver la zona.

El aire comenzó a tornarse gélido súbitamente, pero no era algo a lo que no estuviéramos acostumbrados, por lo que simplemente nos limitamos a seguir caminando mientras nos apartábamos los rebeldes cabellos que se nos pegaban a las mejillas y limitaban nuestro campo de visión.

Después de varias vueltas por todo el lugar volvimos al punto de inicio, esperamos un par de minutos, observando el edificio donde se encontraban las habitaciones, a través de un par de ventanas aún se observaba la tenue luz que la compañía de una vela seguramente le estaba brindando a alguno de nuestros compañeros.

La gran mayoría simplemente nos devolvía un reflejo del exterior, eso significaba que aquellos detrás de esas ventanas seguramente ya habían sido arrastrados a la inconsciencia debido al cansancio.

Exhale, notando mi aliento condensarse frente a mi rostro, por lo que continué haciendo esto un par de veces.

Levi continuaba observándome con atención, la necesidad de hablar en él no era enorme pero ahora mismo se notaba que había entendido la implicación de no querer hablar que había manifestado implícitamente al llegar a su lado.

Esta vez me giré para observarlo, al hacerlo exhale una vez más, y enseguida levante las cejas, en una clara invitación para que él lo intentara de igual manera.

Aquello hizo que mi compañero me mirara con cierta incertidumbre, por lo cual no pude evitar soltar una risa en voz baja, que tan pronto como llegó se fue, después de todo no quería arruinar el momento.

Exhale nuevamente mientras que con un movimiento de cabeza le indicaba que ahora era su turno.

Me miró extrañado de nuevo, pero aquello no era raro, aunque momentos después suspiró y abrió ligeramente su boca.

Formando una minúscula forma circular y exhalando una mínima cantidad de aire cálido al exterior, lo cual no duró lo suficiente como para que ambos pudiéramos verlo con atención.

Crucé mis brazos frente a mi torso, él me observó expectante.

Me aclare la garganta mientras abría la boca y exhalaba una cantidad considerable de aliento, ambos observamos la ligera nubecilla que se materializó delante de nuestros ojos, hasta finalmente desaparecer.

-Levihan- OneShots en EdiciónWhere stories live. Discover now