Extra 1

593 59 26
                                    

Park MinHyun creía firmemente que los adultos eran demasiado complicados.

No los entendía para nada, ni un poco, por más que los miraba y los miraba, con mucha atención, mientras comía un montón de gelatina y galletas de chocolate, era como si todo eso fuera muy confuso, demasiado, porque entonces hablaban muchísimo, moviéndose de un lado al otro y pareciendo tan estresados por cada cosa, que al final mejor los ignoraba, porque no servía de nada que él tratara de ayudarles o entenderles, era muy complicado, entonces solo optaba por girarse, boca arriba, dejando su redondita pancita a la vista y con un montón de migajas esparcidas por todas sus mejillas.

La vida era más simple de esa manera, sin tratar de comprender lo que no estaba a su alcance. Aunque claro que él no lo veía así, porque apenas si tenía poco más de cinco años, por eso para él era tan simple como ignorar todo, cada cosa, haciendo únicamente lo que le gustaba, aprovechando todos los mimos de sus papis y toda la atención que le daban todo el tiempo. Porque si, MinHyun podía ser alguien bastante mimado, pero no podía ser de otra manera cuando sus padres lo amaban tanto, era su adoración entera, así que el bebé aprovechaba todo eso, cuánto más podía, siendo un buen niño y disfrutando de tanto cariño, que su pecho se hinchaba mucho, lleno de felicidad, adorando en demasía a esas dos personas que parecían ser su mundo entero.

Quizás por ello es que era tan posesivo, porque siendo de esa manera, consideraba a sus padres como una propiedad de si mismo. Minhyun creía firmemente que todos los besos de Baek le pertenecían y que, ni siquiera su padre Yeol era merecedor de ellos, porque eran muy dulces, repletos de amor y calidez, así que los acaparaba por completo, y solo si estaba de buenas le compartía un poco a su papá ChanYeol, que también era muy bueno, pero no siempre lo convencía.

Parecía algo divertido y hasta en parte, lindo, porque siendo un bebé cada cosa que viniera de su parte parecía ser demasiado simple, sin maldad, solo con mucha inocencia, así que nadie decía nada, dejándolo ser e incluso riendo cuando se ponía tan celoso que refunfuñando se cruzaba de brazos, con el ceño fruncido y caminando hasta la pared, de frente, dándole la espalda a todos, porque era como si se auto castigara o quizás, solo castigaba al resto, haciéndoles notar que no podrían ver más su bonito rostro, hasta que la rabia se le pasara.

—Vamos Minnie, bebé, no estes enojado, eso no es bueno, tu cara entonces se hará de viejito, con muchas arrugas y todo eso que no será nada lindo —le decía Baek, con voz dulce y conciliadora, tratando de convencerlo pero ni eso lo hacía cambiar de opinión, porque Minhyun era más bien orgulloso, así que hasta que no sentía las piernas acalambradas no se movía para nada.

Y tal vez por eso fue que, cuando nació su pequeña hermana, no la quería para nada. Ni un poco.

Para MinHyun, Naeun no era nada más que una molestia, porque lloraba muchísimo, todo el tiempo, parecía vivir enojada en medio del llanto o con mucha hambre, porque solo cuando se encontraba tomando lechita que le daba su papi Baek era que se mantenía en silencio, bien calladita, sorbiendo con mucho apuro, como si fueran a dejarla sin nada si se tomaba un respiro, así que el más pequeño solo la veía, en silencio, comprendiendo un poco eso porque a él también le fascinaba tomar lechita de su papi, aunque lo había dejado hace un tiempo porque ya no era más un bebé. Y también porque, de alguna manera, sabía que ahora eso era de Naeun, y debía ser un poco compartido, aunque solo un poco.

Pero no era simple, para nada, porque la bebé llamaba mucho la atención de todos, era tan pequeña y linda que el mundo entero parecía amarla, ChanYeol en especial estaba fascinado con su linda princesa, cargándola todo el tiempo mientras la entretenía haciéndole caras graciosas y muchos ruidos que parecían gustarle a Naeun, porque lo miraba muy atenta, mientras Minhyun jugaba en el suelo con sus bloques de colores o con Mongryeong, viéndolos con mucha atención y queriendo entender todo eso de los bebés, que resultaban ser cansones y algo aburridos si no hacían nada más que ver el techo y dormir, como su hermanita.

Manual de supervivencia paternal जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें