Los hombres de El valle 1 - El abogado y el ranchero (Jeongcheol) [+18]

Capítulo 6 - Jeonghan

No podía apartar la mirada del trío de chicos que reía sin parar mientras hacían una de las famosas tartas de Seungwan, un bizcocho de manzana. Algo había pasado mientras comían en el pueblo para que la unión de Woozi y Seungcheol hubiese acogido a Seungkwan. La curiosidad me pedía, pero no iba a preguntar. La intimidad era fundamental. Su teléfono comenzó a sonar y dejó atrás tan agradable escena para hablar en la privacidad de su despacho por si se trataba de algún nuevo inquilino.

—Rancho Valle para la recuperación ¿En qué puedo ayudarle? —Respondí como era habitual.

Por ahora teníamos reservado una habitación que se ocuparía el martes y otra el jueves de la semana siguiente. Aún quedaba capacidad para dos más, aunque necesitaría empezar a plantearse contratos temporales nuevos para la época de temporada alta. En invierno los problemas parecían crecer y solía llenarse con facilidad, impidiendo que pudiésemos encargarnos del rancho en su totalidad.

—Hey, Jeonghan —Me saludó Joshua en cambio. Su vozsonaba más cansada de lo normal—. ¿Cómo va todo por allí? Hace tanto que no paso que ya no se ni quien trabaja contigo.

—Tu hermano está bien —Le aseguré riendo porque sabía que esa pregunta solo era una excusa para cotillear. Desde que se había hecho cargo de su hermano, algo había cambiado en él. Había dejado de ser hermano para ser padre y ya no podía apagarlo—. Lo acabo de ver riendo y haciendo tartas con Woozi y a Seungkwan. Al chico nuevo no le conoces, pero ya sabes que Kwanie es como una mamá gallina. No dejará que le pase nada.

Suspiró aliviado, pero permaneció en silencio más tiempo del habitual lo que gritaba mejor que las palabras que algo iba mal con él nunca callaba. Siempre tenía algo que contar o una opinión que dar. Sabía que había dejado pasar mucho tiempo desde la última vez que me había asegurado de que tenía lo que necesitaba. Me senté en mi silla y miré la foto que Joshua y yo nos sacamos cuando el rancho solo era un sueño.

— ¿Qué ocurre? —Le pregunté suavizando el tono de voz—. ¿Cuánto tiempo llevas sin darte un descanso? ¿Cuándo fue la última vez que jugaste?

Suspiró de nuevo, pero su respuesta no llegó pronto. Llamó a su secretaria y le pidió que no dejase entrar a nadie y que no aceptase llamadas hasta que terminase. Necesitaba una pausa para comer, aunque las dos sabíamos que no comería hasta volver a casa muy tarde.

— Estoy muy cansado, Jeonghan —La voz se le quebró al final y su respiración sonaba agitado. Necesitaba que alguien se hiciese cargo, era su forma de pedirme ayuda, aunque era la primera vez que llegaba hasta este punto—. Mi tío soporta que le oculte dónde está Seungcheol, pero no voy a dejar que le siga comiendo la cabeza. Por eso no deja de presionarme y amenazarme. Me está vigilando todo el tiempo, Jeonghan. Tengo que ser ejemplar todo el tiempo porque incluso a introducido cámaras en mi casa, pero si las quito podrá decir que escondo algo. Quiere cualquier excusa para quitarme la empresa y todo eso daría igual si pudiese ir al club o liberarme de la responsabilidad en algún momento, pero me sigue todo el tiempo. Ya bastante me estoy arriesgando por hablar contigo aquí.

Rompió a llorar y se me partió el corazón. No soportaba que mis amigos sufriesen, quería ayudar a todos, aunque sabía que no era posible. Joshua había luchado durante mucho tiempo por su hermano y no importaba que ya fuese adulto, seguía en la batalla por él. Todas nuestras conversaciones desde que Seungcheol cumplió los dieciocho había sido sobre dejarlo todo y volver al rancho, pero no tenía suerte. No quería dejar a su hermano. Había llegado incluso a prometerle que le dejaría hacer lo que quisiese con las cuentas. Sobornarle con la contabilidad era lo que más solía llamar su atención. A pesar de ello, no perdí la oportunidad. Tenía que probar suerte otra vez, antes de que se derrumbase por completo.