Konoha: Comienza como Tokisaki Kurumi [1-200]

Capítulo 11 ¿Quién crees que soy?

　"Eso, Kuangsanjie, mi padre quiere hablar contigo..."

　　En ese momento, una figura pequeña pero decidida se acercó a Kurumi.

　　Cuando Itachi corrió la voz, había cierta reticencia en sus ojos.

　　Obviamente, cuando era joven, se había dado cuenta de la extrañeza de su padre.

　　Pero no tuvo el coraje de resistir las órdenes de su padre en este momento.

　　[¿Fuyue buscándome? ¿Es por los Tres Gouyu...]

　　Bajo el liderazgo de Itachi, Kurumi entró en la habitación lateral, donde Uchiha Fugaku se sentó con las piernas cruzadas sobre el tatami.

　　Bajo la tenue iluminación de la Edad Media, toda su persona se veía sombría.

　　Mirando a la chica que entró, Uchiha Fuyue giró la cabeza y le guiñó un ojo a Itachi. La otra parte se retiró conscientemente y cerró la puerta.

　　En la habitación vacía, en este momento, solo quedaban Uchiha Fuyue y Kusan.

　　"¡siéntate!"

　　Una voz profunda y con cuerpo.

　　Pero Kurumi miró las instalaciones de la habitación, no había sillas, solo futones.

　　Para el que no le gusta arrodillarse, es mejor estar de pie.

　　Vi que no fue por ese camino, cruzó los brazos sobre el pecho, apoyó los hombros contra el pilar y miró a Uchiha Fuyue con una actitud perezosa y arrogante.

　　"Qué estás buscando, el patriarca, por favor dímelo directamente".

　　Mirando a esos tres locos, Uchiha Fuyue estaba ligeramente sorprendido en sus ojos.

　　Se ve tan rebelde, justo afuera de la puerta pensé que esta chica era tan virtuosa y educada, ¡pero no esperaba que fuera falsa!

　　Siendo ese el caso, sería grosero.

　　"¿Cuándo se despertó el jade de Sangou? ¿Por qué no lo reportaste?"

　　Como se esperaba de ti!

　　No hay palabra de cortesía al entrar por la puerta, y el encuentro es solo desmontar.

　　Kuangsan levantó las cejas y quiso decir algo sobre ti en el acto.

　　Pero como dama, jurar está absolutamente prohibido.

　　Así que cambió sus palabras.

　　"¿Y qué?"

　　"？？？"

　　El tono frío y arrogante de repente ahogó a Uchiha Fuyue.

　　Ante sus propias palizas y ataques, no solo no respondió directamente, sino que ni siquiera se molestó en hacerlo superficialmente.

　　Sólo un "¿y qué?".

　　Es obvio que no tomó a su patriarca en sus ojos.

　　Fuyue dejó de sostener su pecho en este momento, golpeó ligeramente el tatami con los dedos, sus ojos se entrecerraron ligeramente, revelando una mirada peligrosa.

　　"¿Es esto lo que el mundo te enseñó?"

　　Miren su actitud pretenciosa, pero no entra en el tema.

　　[¡Axi! ¡Qué diablos estás fingiendo ser yo!

　　Ya sea que quiera ganarse o dar recursos, ¡simplemente diga que sí! ]